Los 998 soldados que a finales de este mes integrarán el contingente permanente español en Afganistán patrullarán con los vehículos blindados "más seguros y modernos" de todos los que hay desplazados en el país centroasiático. Ni estadounidenses ni canadienses, reconocidos por la calidad de los medios con los que trabajan en las misiones extranjeras, disponen de unos blindados tan perfeccionados, aseguró ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, que se desplazó en helicóptero a la base de Cerro Muriano (Córdoba) para probarlos personalmente.

Chacón no dudó en encaramarse a uno de los blindados y atender las explicaciones de uno de los monitores que en esta sede de la Brigada Mecanizada Guzmán el Bueno están instruyendo a los conductores de los RG-31, cuyo envío a Afganistán se aplazó después de que los mandos del Ejército advirtieran de que el modelo era mejorable. Y así fue. Las modificaciones se han centrado en mejorar la reacción del vehículo ante una carga explosiva y en el diseño de una nueva torreta con ametralladora capaz de hacer fuego en movimiento y con puntería mediante un mando teledirigido.

Ayer aterrizaron en Herat, en un avión de transporte soviético, dos nuevos RG-31 que se suman a los cuatro que ya patrullan en Afganistán. En marzo del 2010, las tropas españolas contarán con 61 blindados de este tipo que desterrarán a los BMR, un modelo con 30 años de antigüedad. En un BMR viajaba el cabo Cristo Ancor Cabello, que murió el 7 de octubre en un atentado en Herat. Los nuevos vehículos, bautizados por el fabricante como Nyala (antílope), resisten con más seguridad los ataques con minas o artefactos explosivos. La ministra aprovechó para confirmar que el batallón electoral de 450 militares no regresará de Afganistán hasta las fechas comprendidas entre el 20 y el 26 de este mes.