Miguel Angel Moratinos inició ayer en Washington los contactos con el equipo del futuro presidente de EEUU, Barack Obama, y se reunió con la exsecretaria de Estado Madeleine Albright, a quien pidió que la nueva Administración apoye la participación de España en las próximas cumbres internacionales sobre la crisis. El jefe de la diplomacia española se entrevistó, además, con el republicano John McCain y con dos dirigentes que están en las quinielas para encabezar el Departamento de Estado: el exaspirante presidencial John Kerry y el gobernador de Nuevo México y candidato en las primarias, Bill Richardson.

En su reunión con Albright, que forma parte del equipo que asesora a Obama en política exterior, Moratinos expresó la voluntad del Gobierno español de seguir participando, bajo el paraguas del G-20, en las reuniones en las que se redefinirá la arquitectura financiera mundial. Según el portavoz español de Exteriores, Albright tomó nota y se limitó a responder que está segura de que Obama apuesta por "el multilateralismo".

El jefe de la diplomacia española también expuso ante Albright la necesidad de cambiar la filosofía de la operación en Afganistán, para pasar de una estrategia solo militar a una "político-militar". Esto facilitaría, a su juicio, la "afganización" del país y ayudaría a que sean los afganos los que tomen las riendas de su futuro.

Moratinos se vio también con McCain para "intercambiar puntos de vista" ante la posibilidad de que la futura Administración respete el espíritu de colaboración entre partidos del que tanto se habla en esta transición entre George Bush y Obama.

El ministro español, que también se reunió con Kerry, cerró el círculo de las relaciones diplomáticas despidiéndose de Condoleezza Rice. Este viaje de Moratinos deja patente el nuevo rumbo que el Gobierno quiere dar cuanto antes a las relaciones con el país norteamericano.

Hoy mismo, aunque es habitual con los embajadores, Moratinos impondrá al representante de EEUU en España, Eduardo Aguirre, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, por prestar servicios útiles a España. Aguirre dejará su cargo el próximo 20 de enero.