El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, marcó ayer la línea roja para cualquier acción que tenga como objetivo facilitar la liberación del pesquero Playa de Bakio : no poner en peligro la vida de los secuestrados. El jefe de la diplomacia española lo dijo al enterarse de la oferta de las autoridades de Puntlandia, región semiautónoma de Somalia, que afirmaron estar dispuestas a enviar a sus militares a rescatar el atunero.

Los militares de esa zona del país africano, que vive en el caos político y administrativo, asaltaron ayer mismo un carguero de los Emiratos Arabes Unidos que había sido secuestrado y consiguieron detener a siete piratas. Moratinos --cauto en sus declaraciones, ya que la Moncloa mantiene un control férreo de la información sobre la crisis-- se limitó a agradecer los esfuerzos de las autoridades de Puntlandia y subrayó que la "premisa clara" es preservar la vida de los marineros. "Somalia tiene una estructura compleja", añadió.

EMBAJADOR EN KENIA El Gobierno, que ayer volvió a convocar a primera hora la célula de crisis, presidida por la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, ordenó al embajador en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que se trasladara a Somalia. Martín tenía previsto llegar esta madrugada a la capital, Mogadiscio. Con él viajan cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que ayer por la mañana partieron de España. Fuentes gubernamentales no aclararon si estos agentes de élite se unirán a la fragata Méndez Núñez para participar en una eventual operación de rescate.

El Gobierno dispone de información precisa y puntual sobre la situación del barco y de las personas a bordo, gracias a los datos facilitados por los países con presencia militar en la zona. Aunque el Ejecutivo no informó del lugar exacto en el que está fondeado, algunas fuentes lo situaron en torno a la ciudad de Obbia (Hobyo), al norte de la capital, Mogadiscio, mientras las autoridades de Puntlandia indicaron que se encontraba cerca de Garad, todavía más al norte. El Ejecutivo pidió ayuda a la OTAN el domingo. La Alianza Atlántica no tiene presencia estable en la zona, pero sí la Task Force 150, el brazo marítimo de la operación Libertad Duradera desplegada por EEUU en Afganistán. Esta fuerza, formada por buques de varios países de la OTAN, entre ellos Francia, tiene una docena de barcos militares en la zona. España participó en la operación hasta el 2004.

Fuentes militares señalaron que estos países proporcionan información cada 15 minutos sobre el atunero secuestrado, lo que ha permitido al Gobierno saber que los piratas, unos 10, han ido cambiando y acceden al barco y lo abandonan varias veces al día. Las patrulleras de la Task Force pueden proporcionar imágenes muy precisas, a través de satélite, del Playa de Bakio .

EL RESCATE La Méndez Núñez , que llegará hoy a la zona, también está dotada de sistemas de información, como el moderno Aegis. Defensa insistió en que el cometido del buque de guerra será "disuasorio". El Gobierno pretende una salida negociada al conflicto, aunque los militares embarcados en la fragata podrían intervenir una vez rescatados los tripulantes, como hizo Francia hace 12 días para detener a los piratas que apresaron el yate Le Ponant.

El armador precisó que ya se ha puesto en contacto con los captores y que espera que hoy uno de los cabecillas de la milicia acuda al Playa de Bakio para negociar. Fuentes de la Moncloa afirmaron ayer que los piratas aún no habían pedido rescate. "Que se les dé el dinero y que nos traigan los hombres", pidió la hija de uno de los marineros secuestrados, Ainhize Sesma. El Gobierno vasco alertó de que las negociaciones pueden prolongarse "varios días".