El Gobierno español intentó evitar ayer que se abra una nueva crisis diplomática con Venezuela por el adiestramiento que han recibido dos etarras en el país suramericano. El Ejecutivo considera que Hugo Chávez "no tiene nada que ver" con esos entrenamientos, aunque le reclama más colaboración para evitar que los terroristas se muevan libremente por Venezuela.

"No hay ningún dato, ninguna afirmación de ninguno de estos etarras que permita inferir, colegir, ni tan siquiera sospechar que el Gobierno venezolano tuviera algo que ver con eso. Esto quiero que quede bien claro", afirmó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El Ejecutivo escenificó su buena voluntad de no querer que la confesión de los etarras Xabier Atristain y Juan Carlos Besance sobre su adiestramiento en Venezuela suponga un nuevo conflicto diplomático con Venezuela, y lo hizo decidiendo que fuera Rubalcaba el que se encargara de fijar la posición del Gobierno.

En el centro de la polémica vuelve a estar Arturo Cubillas, español nacionalizado venezolano y empleado del Instituto de la Reforma Agraria del Ministerio de Agricultura de Venezuela. Según fuentes de la investigación, Cubillas dio alojamiento y apoyo logístico a los etarras en Venezuela en verano del 2008.

CONFESION El juez Eloy Velasco ya reclamó en marzo la extradición de Cubillas y otros 5 terroristas. Velasco dijo entonces que tiene pruebas que acreditan que Cubillas es el responsable de los etarras refugiados en Suramérica, y que se encargó de las relaciones de ETA con la guerrilla de las FARC entre el 2002 y el 2007.

Ahora, a estos argumentos se suma la confesión de los dos terroristas, que le señalan directamente, una declaración a la que Rubalcaba da total "verosimilitud". El ministro del Interior dijo que esta acusación supone "un aldabonazo" que permite decirle al Gobierno de Venezuela que debe "trabajar más intensamente". "Es un asunto que está ahí, y es verdad que para ETA Venezuela, durante un tiempo, ha sido un cierto respiro", criticó.

Fuentes de la Audiencia Nacional explicaron que la petición de extradición de Velasco sigue vigente y que, en las próximas horas, se ampliarán los argumentos para conseguirla con la confesión de los dos etarras. "En ningún caso la Audiencia va a ceder la jurisdicción a Venezuela, porque Cubillas ha cometido delitos muy graves contra el terrorismo", dijeron esas fuentes.

Un portavoz de Exteriores mostró su satisfacción por la "rápida" y "contundente" respuesta del presidente Chávez, que en la madrugada de ayer rechazó "sin paliativos" las acciones de la banda terrorista.

Las autoridades venezolanas, añadió ese portavoz, han asegurado que "irán hasta el fondo de este asunto", y están a la espera de la requisitoria judicial. Fuentes de Exteriores, no obstante, insinuaron que Chávez ya podría haber apartado a Cubillas de su cargo en el Ministerio de Agricultura en señal de cooperación.

DECLARACIONES POLEMICAS La actitud de Chávez contrastó con la que tuvo su embajador en España, Julián Isaías Rodríguez. En una rueda de prensa, el diplomático insinuó que los etarras confesaron que habían recibido cursos porque habían sido torturados. "La supuesta confesión --dijo-- pudo ser arrancada irregularmente, y si así fuera, no tendría ningún valor probatorio. Bien pudo ser una estrategia jurídica de los imputados para aminorar la pena, y tampoco tendría o tiene valor probatorio contra terceros".

Fuentes diplomáticas explicaron que se pusieron en contacto con el embajador para que "se explicara mejor", ya que sus palabras se podían malinterpretar. Isaías Rodríguez lo hizo y emitió un comunicado en el que afirmó que nunca había "imputado ni soborno ni tortura al Estado español". También echó mano de una de las defensas más fáciles en estos casos: acusar a la prensa de manipular la información.