España y Portugal crearán equipos conjuntos de policías y jueces para luchar contra el terrorismo, y especialmente para investigar y combatir la posible presencia de ETA en suelo portugués.

Los ministros de Interior y Justicia de ambos países firmaron hoy un protocolo para crear esos equipos, que se basa en la declaración conjunta del 21 de julio pasado en la que Madrid y Lisboa se comprometieron a una "plena colaboración"policial para hacer frente a la amenaza terrorista, en particular la de ETA. El documento señala que España y Portugal crearán equipos de investigación conjunta dirigidos por autoridades judiciales y con la participación de las fuerzas de seguridad competentes de ambos países. Además, los dos países garantizarán una "plena colaboración en medios humanos y materiales" de sus respectivos cuerpos y fuerzas de seguridad para que los equipos conjuntos funcionen de forma eficaz.

Los ministros de ambos países, que firmaron el documento en una ceremonia sin declaraciones, participan hoy en una reunión informal de titulares de Justicia e Interior de la Unión Europea, en la que entre otros asuntos se revisan las actuales medidas de prevención frente al terrorismo. El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró este domingo en Lisboa que se trabaja en los dos países "para discernir si la hipótesis de que ETA tuviera infraestructura en Portugal es cierta", y destacó que Lisboa y Madrid mantienen ya una "cooperación excelente" en la investigación del terrorismo. Las autoridades portuguesas dudan de que haya una infraestructura permanente y achacan el uso por parte de ETA de coches con matrícula lusa a la facilidad que existe para el tráfico de personas y vehículos entre los dos países.

El pasado 24 de agosto, y tras cometer un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango (Vizcaya), miembros de ETA huyeron en un automóvil de matrícula portuguesa que después hicieron explosionar. Dos meses antes otro vehículo alquilado también en Portugal fue abandonado, con 130 kilos de sustancias explosivas, cerca de Ayamonte (Huelva), a pocos kilómetros de la frontera portuguesa, de la que procedía.