Más de seis horas de combate, y una cifra probable de 13 muertos entre las filas insurgentes, aunque ningún herido o fallecido en el bando español. En los siete años que lleva el Ejército de España desplegado en Afganistán, jamás el Ministerio de Defensa había informado de un enfrentamiento de semejante duración ni que causara un número de bajas enemigas tan elevado como el que se produjo ayer en la vital carretera que une Qala-i-Now, capital de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española, y la ciudad de Herat. "Fueron los mismos atacantes que el día anterior hirieron de levedad a un sargento español", reconocieron anoche por teléfono a este periodista fuentes militares españolas desde la base en Qala-i-Now.

Por parte española, los protagonistas del enfrentamiento armado fueron los cerca de 120 soldados de una compañía perteneciente al Grupo Táctico de Apoyo a las Elecciones --las tropas de refuerzo enviadas para garantizar la seguridad de los recientes comicios presidenciales y provinciales--. La compañía está dotada con más de 25 vehículos Lince y Guepardo.

Ante el elevado grado de inseguridad que reinaba en los últimos meses en el paso de Zabzak, donde insurgentes, calificados como "bandidos" por las tropas españolas, dificultaban el tráfico comercial y exigían un peaje a los camiones que por allí transitaban, el Mando Regional Oeste ordenó "a principios de semana" que se estableciera una presencia militar permanente en el lugar. En cambio, Qari Yusif Ahmedi, portavoz de los talibanes en el oeste de Afganistán, y otros comandantes talibanes se atribuyeron en varias llamadas a medios de prensa locales el ataque del miércoles y el de ayer jueves.

"El objetivo de la misión es facilitar el tráfico convencional por la ruta", afirmaron las fuentes españolas. Los soldados allí desplegados se rotan en turnos de 48 horas para dar seguridad a la carretera, que constituye el verdadero cordón umbilical entre la provincia bajo responsabilidad española y el resto del país. Dichas fuentes desmintieron tajantemente la versión dada en algunos medios de que el convoy atacado había salido para escoltar a otro de la policía afgana. "No es cierto; es la misma compañía atacada ayer por anteayer que vigila ahora el paso de Zabzak y que será relevada mañana por hoy" por hombres de refresco.

FUSILERIA Y LANZAGRANADAS Alrededor de las 8.50 horas locales (dos horas y media menos en España) los atacantes abrieron fuego "con fusilería y con lanzagranadas" contra los soldados españoles. Estos respondieron con las armas con las que contaban, es decir, ametralladoras del calibre 12,70 y con Lag 40, un lanzagranadas automático de 40 milímetros alimentado mediante cinta, capaz de realizar 215 disparos por minuto.

Las fuentes consultadas confirmaron que se solicitó apoyo aéreo a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), que envió desde Herat helicópteros de combate Mangusta pertenecientes al Ejército italiano. Según Defensa, el número de bajas insurgentes es de 13, aunque desde la base de Qala-i-Now se optó ayer por la prudencia a la hora de evaluarlas. "Es difícil saberlo", aseguraron las fuentes.

DETERIORO DE LA SEGURIDAD La situación de seguridad en Afganistán ha experimentado un gran deterioro y la provincia de Badghis no es una excepción. En las últimas semanas, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero informa con más detalle de los incidentes en los que se ven envueltos las tropas españolas. Ante el desarrollo de los acontecimientos, la ministra de Defensa, Carme Chacón, no descarta el envío de tropas adicionales.