Ya no basta con que sea constitucional. Ni siquiera con que preserve el interés general. El Estatuto catalán debe resultar, además, "conveniente" y "razonable". El secretario de organización del PSOE, José Blanco, anunció ayer que la definición de Cataluña como nación desaparecerá del Estatuto tras su paso por las Cortes. Y ello a pesar de que algunos expertos constitucionalistas consideren compatible el término con el artículo 2 de la Constitución, que declara la indisoluble unidad de la nación española. "Puede ser constitucional, pero no es conveniente", declaró el dirigente socialista en un desayuno organizado por el Foro Nueva Economía.

No será el único concepto que se verá afectado por el nuevo criterio de conveniencia que aplicarán los socialistas a la hora de redactar las enmiendas al proyecto. Idéntico camino aguarda al sistema de financiación, también avalado en su constitucionalidad por varios catedráticos.

El PSOE retocará también el blindaje de competencias, la unidad de la seguridad social y de mercado, el capítulo de derechos y deberes, la política lingüística y la organización territorial y electoral de Cataluña.

INFORME JURIDICO Los socialistas recibirán hoy el informe jurídico elaborado por un equipo de cuatro constitucionalistas que avalará la necesidad de proponer esas modificaciones. Ayer, el grupo de dirigentes socialistas que elaborará la posición del partido ante el Estatuto --y que será aprobada el lunes en la ejecutiva-- mantuvo una reunión en la zona de Gobierno del Congreso. El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, se sumó a la conversación de Blanco, el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ministro de Industria, José Montilla.

Ante la magnitud de los cambios que auspiciará el PSOE, Blanco llamó ayer al PP a sumarse al proceso de enmiendas y a abandonar su estrategia de "portazo". De no hacerlo, auguró que el PP sufrirá el mismo proceso de división que vivió Coalición Popular en 1979, cuando se discutió en las Cortes el actual Estatuto vigente en Cataluña.

A CUATRO PATAS Ante la intención de Blanco de pactar un Estatuto "conveniente", Felip Puig, portavoz de CiU en el Parlamento catalán, preguntó si este término significa que los partidos catalanes deben entrar "con rodilleras y a cuatro patas" en el Congreso cuando vayan a negociar las enmiendas a la reforma estatutaria. Puig argumentó que "reacciones" como la de Blanco sólo "intentan impresionar y son producto del miedo y de la incomprensión de ver que Cataluña aguanta en la defensa de un proyecto que ganará".