ETA reapareció ayer a modo de aviso en vísperas del debate del plan Ibarretxe que tendrá lugar mañana en el Congreso. Esta vez fue en Denia (Alicante). Año y medio después de que una bomba acabara con la vida de un turista inglés en Alicante, de nuevo un hotel valenciano sufrió el ataque de ETA. Ayer no hubo víctimas porque se pudo desalojar el inmueble a tiempo. En el Hotel Denia Port se alojaban 160 ancianos británicos que en ese momento se encontraban descansando o jugando a la petanca después de almorzar.

Una llamada al servicio de ayuda en carretera de Bilbao (DYA) en nombre de ETA avisó de la colocación del artefacto. En un principio, la policía dudó sobre el establecimiento amenazado y evacuaron también el Hotel Daniya Spa & Bussiness. A las 14.30 horas, se desalojó el Denia Port. Un empleado que ignoraba la situación, Anastasio Vivanco, vio "una mochila azul" que le pareció "rara" y llegó a "tocarla y levantarla". Al ver a dos policías en el comedor les habló de ella.

Según explicó el concejal de Gobernación de Denia, Pep Marí, se trataba en realidad de una maleta colocada a la altura de la planta baja, debajo de una escalera de incendios metálica situada en el exterior del edificio. Los policías se acercaron, pero no quedaba tiempo para desactivarla, así que dejaron que explotase, lo que fue a las 15.05 horas.

DESPERFECTOS MATERIALES La detonación afectó al comedor y a las plantas segunda y tercera del edificio. Uno de los muros de la planta baja quedó resquebrajado, pero según aseguró Pere Devesa, propietario del hotel e histórico representante del nacionalismo valenciano, "la estructura no está afectada". El Denia Port, a pocos metros de la Playa de la Marineta, fue inaugurado en 1979 y está pendiente de una reforma, que tenía previsto iniciarse el 9 de febrero.

La onda expansiva provocó daños, sobre todo en los cristales, en 12 viviendas de una urbanización aledaña. Al ser apartamentos de veraneo, la policía local tapió las ventanas rotas y mantiene vigilada la zona para evitar robos. La onda expansiva provocó también daños en los oídos a un anciano que fue atendido en un centro de salud. La crisis de ansiedad de una cocinera y la caída de una mujer mayor durante el desalojo fueron los únicos incidentes. A media tarde, todos los clientes, que recibieron mantas para guarecerse del frío y se refugiaron en bares y restaurantes, fueron trasladados a hoteles de Benidorm.

El atentado perpetrado ayer es el segundo de la organización terrorista desde el inicio del 2005, tras la explosión de un coche bomba en Getxo (Vizcaya) el pasado día 18. Todos los partidos expresaron su condena y coincidieron en que la banda busca protagonismo ante el debate, mañana, del plan Ibarretxe , que llega al Congreso tras ser aprobado en el Parlamento vasco con el apoyo de Batasuna.

El Gobierno vasco aseguró que ETA no condicionará las decisiones de los vascos: "Ni la violencia ni los violentos van a amordazar la voz de los ciudadanos, ni van a impedir que los vascos decidamos libre y democráticamente cómo queremos que sea nuestro futuro, en paz y en libertad".