El acto que hoy certificará el fin de la banda terrorista ETA comenzó con un minuto de silencio en memoria de "las víctimas del conflicto", en el que el abogado sudafricano Brian Currin aseguró que esta es "una jornada de celebración", aunque "el proceso de paz no ha acabado".

Currin abrió en la villa Arnaga de Cambo-les Bains la reunión de personalidades internacionales que avalará el fin de la banda terrorista, bautizada como "Encuentro Internacional para Avanzar en la Resolución del Conflicto en el País Vasco" y organizada por el Grupo Internacional de Contacto (GIC), que lidera Currin, el Foro Social Permanente y la asociación vascofrancesa Bake Bidea.

A su discurso siguieron, entre otros, los de Jonathan Powell, exasesor del exprimer ministro británico Tony Blair, y el expresidente del Sinn Féin, Gerry Adams, quien abogó por "escuchar a las víctimas" y por el acercamiento de los reclusos de la banda terrorista, a quien Currin se refirió como "presos políticos".

Además, se dio lectura a una carta remitida por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, que participó en la conferencia de Aiete de 2011 y en la que asegura que hay que celebrar "el fin del último conflicto armado en Europa".

El abogado sudafricano, que se refirió al papel de "intermediario" del GIC al no haber funcionado los contactos entre el Gobierno español y ETA, destacó el importante papel que, en su opinión, desempeñó la sociedad vasca para llegar al momento actual.

"No conozco otro proceso de paz que haya salido de las raíces", señaló Currin, tras indicar que cuando el Gobierno español "se negó" a participar en él, fue la sociedad civil, que "quería llegar a la paz", la que intervino, "y nosotros tuvimos un papel dinamizador".

Lamentó, además, que a esta reunión no hayan acudido representaciones de los gobiernos de España y Francia ni del País Vasco.

"Los gobiernos han podido asumir su parte, han tomado en cuenta distintas sensibilidades y han ayudado algo, pero no están aquí hoy. Es triste, es un problema, porque hay que integrar las distintas sensibilidades para que la participación sea lo mas amplia posible. Ayer tampoco estuvieron en Ginebra y es una pena", manifestó.

Currin recalcó que "el proceso de paz no ha acabado", ya que aún "se están viviendo las consecuencias de la violencia", existen "problemas" con las víctimas y hay que llegar "a la reconciliación".

"Y una vez más, la sociedad civil es la que tiene que tomar parte, y también las instituciones. Habrá que continuar trabajando para tejer lazos, tender puentes y construir la paz de abajo a arriba", destacó.

Para Currin, "el pueblo tiene que participar en el proceso democrático en el País Vasco", que a su juicio "está condicionado por España, y tendrá que haber reconciliación entre diferentes niveles y estructuras".

"La acción a favor de la independencia del País Vasco va seguir adelante, de forma democrática. La reconciliación es ineludible. En primer lugar está el problema de los presos, hay muchos presos políticos", subrayó.

E insistió en que la desaparición de la banda terrorista ETA "abre la puerta a los Estados, a los políticos y también al Gobierno Vasco" y "da la oportunidad de trabajar juntos y buscar soluciones y para resolver las consecuencias de la violencia".

"No se puede abordar el proceso de paz sin resolver estas cuestiones, y un corolario es que hay que ayudar a las víctimas, por supuesto, habrá que ver cuál es el papel de las víctimas dentro del proceso de paz", enfatizó.

El mexicano Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del Partido de la Revolución Democrática, se congratuló en una breve intervención de que haya concluido "este periodo de lucha armada" y se haya iniciado uno de "paz constructiva".

El exjefe de Gobierno de Irlanda Bertie Ahern destacó la evolución "espectacular" hacia la paz del País Vasco y reconoció que él mismo fue criticado por decidir "sobre reconciliación o favor de los presos, pero estas decisiones son positivas".