ETA ha comenzado a enviar este mes de octubre una nueva remesa de cartas de extorsión a pequeños empresarios del País Vasco y Navarra, reclamando cantidades de dinero que oscilan entre los 70.000 y los 90.000 euros, han informado a EFE fuentes de la investigación. Estas mismas fuentes confirman que la campaña de extorsión de la banda terrorista ha sido "masiva" y ha afectado a empresarios y profesionales que hasta ahora no habían sufrido el chantaje del llamado "impuesto revolucionario" por parte de ETA.

Entre los extorsionados en las últimas semanas figuran constructores locales y propietarios de empresas de servicios con sede en Euskadi y en la vecina Navarra. Los investigadores sospechan que ETA y su entorno tienen un grave problema de financiación y por ello recurren a pequeños empresarios a los que reclama cantidades sensiblemente inferiores a las que exigían en anteriores campañas.

Además, recuerdan que la mayoría de terroristas en activo trabajan "a sueldo" y actúan como "mercenarios" de la banda, por lo que las necesidades de financiación de ETA han ido en aumento en los últimos años. A esto se une el hecho de que las fuentes de recursos provenientes del entorno abertzale también han ido a menos con la ilegalización de Batasuna y el resto de sus "marcas electorales", aseguran las fuentes.

Según informa hoy el diario "El Correo", ETA exige el pago en billetes de 20, 50 y 100 euros y ordena al extorsionado que para entregar el dinero se ponga en contacto con "los habituales círculos de la izquierda abertzale".