ETA ha pedido al Gobierno un contacto directo como condición para declarar la tregua. Hasta el momento, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero tiene abierta una vía indirecta y muy precaria de comunicación con la banda, que complementa con los encuentros que mantienen desde hace meses dirigentes del PSE y de la ilegalizada Batasuna, según revela la revista Tiempo en su número de esta semana.

La banda pretende con dicho contacto conocer de primera mano los compromisos que el Gobierno está dispuesto a asumir ante un eventual cese de la violencia, mientras éste exige precisamente lo contrario, que ETA deje de matar para dar paso al diálogo. A la banda le interesa el futuro de sus presos, pero también saber hasta dónde está dispuesto a llegar el PSOE en la mesa de partidos propuesta por el lendakari, Juan José Ibarretxe, que abordará los temas políticos del conflicto, y que éste ha decidido ralentizar.

Zapatero tiene la certeza de que el proceso de paz no tiene vuelta atrás, y que el cese de la violencia caerá por su propio peso. Su seguridad se sustenta en un informe policial que revela que ETA decidió hace tiempo poner fin a los asesinatos.