ETA reapareció anoche en territorio francés. Y lo hizo asesinando, por primera vez en su sangrienta historia, a un agente de la policía francesa. El agente murió durante un enfrentamiento con un presunto comando de la banda integrado al parecer por tres personas. El policía, de 53 años, recibió los disparos de uno de los terroristas, que habían asaltado un concesionario de automóviles en la localidad de Dammarie-lès-Lys, en el departamento de Seine-et-Marne, a unos 50 kilómetros de París. La policía logró detener a uno de los presuntos etarras. Se trata de Joseba Fernández Azpurua, alias El Guindi , a quien se le relaciona con la kale borroka en España. De hecho, está acusado de atacar con artefactos incendiarios a dos policías forales en Pamplona el 9 de marzo del 2009, día en el que se celebraron las últimas elecciones generales en España.

Los hechos ocurrieron a las 19.15 horas, en las proximidades de un taller especializado en la reventa de vehículos usados. Una patrulla de la policía detectó a un grupo de cuatro personas, entre ellas una mujer, durante un control de vigilancia, cuando trataban de robar en el citado taller, ubicado en una zona comercial. Los agentes les pidieron su identificación, momento en que los presuntos terroristas hicieron uso de sus armas.

INTERCAMBIO DE TIROS Se produjo un intercambio de disparos durante el cual el jefe de brigada recibió dos impactos de bala que, a pesar del chaleco antibalas, le causaron la muerte. Tras los disparos, los agentes lograron arrestar a Fernández Azpurua, mientras que las otras dos personas lograron huir.

La víctima, un jefe de brigada de 53 años identificado como John S., estaba destinado en la policía de Dammarie-les-Lys y era padre de cuatro hijos, según informaron medios franceses. El ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, se desplazó rápidamente al lugar de los hechos y expresó sus condolencias a la famila del agente fallecido.

El pasado día 9, la Audiencia Nacional ordenó la busca y captura de Fernández y de Artzai Santesteban después de que no comparecieran a la vista fijada para ese día y en el que ellos dos y otros cinco acusados iban a ser juzgados por el ataque a dos policías forales. El fiscal pedía para los siete una pena de 12 años de prisión por delitos de tenencia y empleo de aparatos incendiarios, atentado contra miembros de policía de una comunidad autónoma y desórdenes públicos terroristas.

A LA ORDEN DE SEGI Además de por esta causa, Fernández Azpurua está procesado desde el pasado día 6 por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por su presunta participación en el ataque con cócteles molotov a dos sucursales bancarias de Pamplona el 13 de septiembre del año pasado. El juez imputa a El Guindi y a otros siete jóvenes un delito de empleo de sustancias explosivas inflamables e incendiarias "cometido por quien actúa al servicio y colaboración con la organización terrorista Segi", según reza el auto.