Arkaitz Goikoetxea lo ha contado casi todo. El presunto jefe del complejo Vizcaya confesó a la Guardia Civil que la dirección de ETA le ordenó en plena tregua, en febrero del 2007, recomponer un comando en Euskadi y atentar, entre otros objetivos, contra el juez más implacable con la izquierda aberzale durante el proceso de paz: Fernando Grande-Marlaska. Goikoetxea condujo a las fuerzas de seguridad y al juez que lleva la investigación, Baltasar Garzón, a un zulo excavado a 21 kilómetros de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), donde los etarras escondían 125 kilos de explosivo.

Goikoetxea explicó a los agentes que la cúpula de la banda le ordenó cruzar la frontera, junto a Jurdan Martitegi --que no ha sido localizado--, para reemprender los atentados si fracasaba la tregua, informa Vasco Press. Los jefes de ETA les habían marcado una serie de objetivos prioritarios y entre ellos el del juez de la Audiencia Nacional que había ordenado varias veces el encarcelamiento de Arnaldo Otegi, además de impedir todos los actos de la izquierda aberzale.

Los etarras sabían que el magistrado posee un casa en La Rioja, concretamente en Ezcaray, donde viven los padres de Maialen Zuazu, novia de Goikoetxea y también detenida el martes. Paradójicamente, los etarras no llegaron a cruzarse con el juez, que va siempre escoltado.

TRANQUILIDAD Grande-Marlaska se mostró tranquilo ayer después de conocer los planes de ETA, según fuentes de la Audiencia, y consideró lo ocurrido como "gajes del oficio". "Lo raro sería no aparecer en los listados de objetivos etarras", añadió. No muy lejos del pueblo donde el juez y los padres de Zuazu tienen viviendas, la Guardia Civil encontró ayer un zulo con unos 125 kilos de explosivo.

Goikoetxea confesó por la mañana la existencia del escondite y después fue llevado en helicóptero hasta la zona acompañado de una comitiva encabezada por Garzón. Los agentes encontraron el zulo en una pista forestal del municipio de Pazuengos. En su interior hallaron polvo de aluminio, nitrato amónico y nitrometrano, componentes necesarios para fabricar el destructivo amonitol, explosivo con el que ETA ha experimentado en los últimos meses, así como placas de matrícula españolas y francesas, detonadores, munición y tranquilizantes.

EL EXPERTO Los investigadores deducen que los medicamentos son para posibles secuestros y si hay sustancias sin mezclar es porque el complejo Vizcaya dispone de un experto en explosivos y que, por tanto, los coches bomba no son preparados en Francia.

Además, la Guardia Civil detuvo ayer en Getxo a Inge Urrutia, de 19 años, al parecer de la misma cuadrilla que Goikoetxea. Era en Getxo donde ETA planeaba un atentado. Los agentes siguen buscando a otro etarra.