ETA tenía previsto comenzar una campaña de envío de cartas bomba a partir de marzo, según el ministro del Interior, Angel Acebes. Esas intenciones se han conocido gracias a la incautación de documentos en las últimas operaciones policiales en el sur de Francia.

Los documentos intervenidos incluyen detalles de cómo ganarse la confianza de los destinatarios de los envíos y cómo ocultar los artefactos. Aconsejan, por ejemplo, utilizar envoltorios de dosieres, así como logotipos o distintivos de instituciones o empresas vinculadas a las potenciales víctimas. Incluso proponían enviar cartas avisando de la inminente llegada del paquete.