Una fábrica de bombas. Eso es lo que ETA pretendía montar en su base en Obidos (a unos 125 kilómetros al norte de Lisboa), en la que la policía se ha incautado de casi 1.500 kilos de material explosivo (con 800 kilos de explosivo ya mezclado, tal como se encargó de puntualizar el Ministerio de Interior luso). Los planes de la banda los confirmó ayer en Sevilla el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, que apuntó que las investigaciones llevadas a cabo por la policía portuguesa en colaboración con las fuerzas de seguridad españolas sugieren que ETA tenía planeado "hacer algo" en la provincia de Cádiz. Entre el material hallado en la casa de Obidos figuran un mapa de la capital gaditana y otro del cercano municipio de San Fernando, sin indicaciones pero con un teléfono. Rubalcaba quiso enviar un mensaje de tranquilidad. "Ya no les quedan fábricas ni explosivos, y espero que dentro de poco estos etarras no estén por ahí sueltos, sino ante los jueces", manifestó.

Los etarras a los que se refirió el ministro son los dos ocupantes de la casa, Andoni Zengotitabengoa y Oier Gómez, que consiguieron darse a la fuga precipitadamente después de que su presencia fuera detectada en un control de la policía portuguesa el pasado 1 de febrero.

PERSECUCION A preguntas de los periodistas, el responsable de Interior apuntó que los dos presuntos terroristas abandonaron la casa de Obidos "cuando se sintieron perseguidos", y subrayó que, a la luz de la investigación, es posible "formular la teoría" de que ETA se vio obligada a trasladar su aparato logístico y operativo a Portugal ante la "presión" a la que estaba siendo sometida en Francia, donde el pasado agosto fueron desmantelados una quincena de zulos. De hecho, la hipótesis del traslado al país luso fue la primera con la que trabajaron el Ejecutivo y las Fuerzas de Seguridad del Estado después de que en enero la Guardia Civil interceptara un cargamento de material electrónico para fabricar bombas en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago, cerca de la frontera.

Rubalcaba insistió en que el descubrimiento de los casi 1.500 kilos de explosivo permite afirmar que "ya no existe" una fábrica de bombas de la banda terrorista en Portugal, y resaltó que "lo que ETA no pensó, y ahora ya sabe, es que en Portugal también hay una policía que trabaja con las fuerzas de seguridad españolas". Y agregó: "Da igual dónde estén. En Francia se encontrarán con la policía francesa; en Portugal, con la portuguesa, y siempre, con la policía española y la Guardia Civil, para impedir que ETA siga haciendo lo que pretende, que es atentar".

MAS COLABORACION En este sentido, el ministro agradeció el "excelente trabajo" realizado por las fuerzas de seguridad portuguesas y apuntó que en los próximos días se volverá a reunir con su homólogo luso, Rui Pereira, con el que conversó el sábado, a fin de impulsar la colaboración en materia terrorista. Rubalcaba también estuvo en contacto con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, a quien mantuvo informado de la operación.