La Gendarmería francesa detuvo ayer en la localidad de Lescun (en el suroeste del país, cerca de la frontera con España) a Ibai Suescún González, miembro de ETA que estaba huido desde octubre del 2008. El joven, de 23 años, fue apresado tras pedir auxilio en un caserío de la zona por una herida de bala que sufrió en la mano.

Los hechos se produjeron hacia las 11 de la mañana, y fueron los propietarios de la casa donde se presentó el etarra, en el valle de Aspe, a 30 kilómetros de Candanchú, los que alertaron a la policía que, tras identificarlo y detenerlo, lo trasladó al hospital de Oloron Saint Marie. Según fuentes de la Gendarmería, Suescún se produjo él mismo la herida cuando manipulaba una pistola durante unas prácticas de tiro. Al preguntarle las circunstancias en las que se había producido la lesión, indicó que se le había disparado una pistola cuando la limpiaba. El etarra llevaba encima un cargador de pistola, pero no el arma, y documentos de identidad falsos.

El terrorista eludió hace un año una operación policial en Navarra contra la kale borroka en la que cayó su hermano, Gorka, y otras tres personas.

La colaboración ciudadana fue también decisiva en el descubrimiento ayer, por parte de la Guardia Civil, de un zulo de ETA en un paraje de la localidad alicantina de Confrides, próxima a Benidorm. Los agentes fueron avisados por un senderista que halló de forma accidental el escondite. En el zulo se encontró un bidón con material explosivo (amonal y amosal), así como temporizadores, detonadores y un paquete con los anagramas de la banda.

El hallazgo lo hizo una persona que paseaba por las inmediaciones de un lugar conocido como Rincón del Olvido, en la zona de La Serrella, a 800 metros de altitud. Tras alertar a la Guardia Civil, diversos agentes se desplazaron hasta el paraje, donde localizaron el material.