El presunto miembro de ETA Gorka Lupiáñez, detenido el jueves en Bérriz por la Guardia Civil, había llegado recientemente de Francia con la misión de organizar un nuevo comando etarra en Vizcaya, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Lupiáñez, de 27 años y que había sido absuelto tres veces por la Audiencia Nacional de actos de violencia callejera en Euskadi, había desaparecido de su domicilio habitual a principios de año. La policía sospechaba que se había incorporado a la estructura de ETA.

El detenido, según los informes policiales, había tenido contactos, aunque no en fechas recientes, con los etarras Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, que hasta el pasado 27 de noviembre constituyeron el comando Vizcaya. La huida de estos dos a Francia a finales del mes pasado habría dejado inactivo ese grupo terrorista y Lupiáñez habría sido encargado de reconstituirlo.

La captura de Lupiáñez ha coincidido con el asesinato de dos guardias civiles en Francia a manos de tres etarras. Dos de estos, también detenidos, integraban presuntamente un comando que iba a entrar en España para cometer atentados. El envío de tres etarras de Francia a España de forma casi simultánea revelaría que ETA preparaba una oleada terrorista para las próximas semanas, según expertos de la lucha antiterrorista.