ETA trata de utilizar territorios de otros estados distintos a Francia para crear infraestructura. La banda terrorista persigue dotarse de pisos de acogida a sus militantes y correos, así como de mecanismos de acceso a recursos financieros para diversificar los riesgos que entraña concentrar todo el operativo en Francia, según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

La estrategia comprende intensificar los contactos con grupos afines en Bélgica, Alemania, Reino Unido, Italia y Holanda, y utilizar la creación de comités de solidaridad internacional dedicados a impedir la extradición de presuntos etarras a España. Así, ETA tiene contactos en Alemania con dos grupos de extrema izquierda y con separatistas de Cerdeña.