El Parlamento Europeo respaldó ayer el diálogo del Gobierno con ETA para acabar con la violencia en el País Vasco por un estrecho margen de 10 votos. La resolución conjunta de los grupos socialista, liberal, verde e izquierda unitaria obtuvo 321 votos a favor, 311 en contra y 24 abstenciones. La resolución alternativa de los grupos popular y Europa de las Naciones, que censuraba ese proceso de diálogo con ETA, fue rechazada tras una conflictiva votación por 322 votos, frente a 302 a favor y 31 abstenciones. La histórica decisión del Parlamento Europeo representa un crucial espaldarazo político para la iniciativa del Gobierno frente a la campaña de acoso del Partido Popular.

La Eurocámara, destaca la resolución aprobada, "apoya la lucha contra el terrorismo, así como la iniciativa de paz en el País Vasco emprendida por las instituciones democráticas españolas en el marco de sus competencias exclusivas".

SOLIDARIDAD CON LAS VICTIMAS El Europarlamento también condena la violencia porque es "moralmente inaceptable y absolutamente incompatible con la democracia", y expresa su "solidaridad con las víctimas del terrorismo". La institución añade que el anuncio del alto el fuego permanente de ETA "es un momento para la esperanza" y "para la unidad de todas las fuerzas políticas democráticas".

Durante el debate previo en el hemiciclo, el Gobierno español consiguió también un claro respaldo de la presidencia finlandesa de la UE, que habló en nombre de los Veinticinco. "La presidencia de la UE está satisfecha con todas las medidas adoptadas para asegurar que ETA renuncie a sus actividades terroristas y que se alcance una solución pacífica en el marco de las instituciones gubernamentales democráticas de España", afirmó la ministra finlandesa de Comercio Exterior, Paula Letomaki.

La Comisión Europea, por el contrario, se mostró muy cicatera y el comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, el conservador Franco Frattini, evitó cuidadosamente expresar un abierto respaldo a la iniciativa gubernamental de dialogar con ETA.

La mayor parte de la intervención de Frattini estuvo alineada con las tesis del PP, que también comparte el presidente del Ejecutivo comunitario, el conservador José Manuel Durao Barroso. El comisario intentó mostrarse algo más equilibrado al final de su intervención, pero sin dar el esperado respaldo a la actual iniciativa gubernamental. Frattini únicamente expresó su convencimiento de que "España, a través de sus instituciones democráticas, encontrará el camino adecuado que conduzca al fin del terrorismo de ETA". El comisario concluyó pidiendo que no haya división política frente al enemigo común: el terrorismo.

La férrea disciplina impuesta en el Grupo Popular durante la votación y las enormes presiones ejercidas por el PP español en las últimas semanas sobre los eurodiputados de los otros grupos limitó el respaldo a la resolución. La noticia del robo de 350 armas por parte de ETA en Francia también redujo el apoyo parlamentario a la resolución.

El robo de esas armas fue esgrimido como un argumento adicional por el líder del Grupo Popular, Hans-Gert Pöttering, contra el diálogo con ETA, porque "muestra que las armas siguen siendo su medio para dirimir los conflictos".

OBJETIVO FRUSTRADO El Grupo Socialista no alcanzó su objetivo de lograr el respaldo de una parte del Grupo Popular, inhabitualmente unido. Los socialistas solo consiguieron la abstención de seis eurodiputados populares y el apoyo testimonial de los líderes y de una representación mínima de los dos pequeños grupos conservadores Europa de las Naciones e Independencia y Democracia.

El Grupo Popular, por su parte, logró arrastrar a todas las fuerzas conservadoras de la Eurocámara, a la extrema derecha y a cinco eurodiputados liberales. La controvertida diputada socialista Rosa Díez, que rechaza la iniciativa gubernamental, optó por no votar. Las abstenciones de seis diputados liberales, de cuatro de la izquierda unitaria y de un verde también recortaron el apoyo a la resolución.

"CINISMO ABSOLUTO" El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, restó importancia a la conflictiva votación y al escaso margen de votos logrado por la resolución. Y destacó que "lo importante es el apoyo al proceso iniciado por el Gobierno".

El líder de los socialistas españoles en la Eurocámara, Enrique Barón, denunció el "cinismo absoluto e indignante" de los conservadores británicos, que han negado el respaldo al Gobierno español pese a que el Parlamento Europeo ha apoyado el proceso de paz en Irlanda del Norte, iniciado precisamente por los conservadores británicos. Barón criticó "el mal perder" de los populares españoles.