El organismo europeo para la cooperación policial Europol advierte en su informe anual sobre Situación y Tendencias del Terrorismo en la UE que ETA ha "reconstruido" su capacidad para atentar contra grandes objetivos, tras mantener una actividad de violencia callejera durante el alto el fuego. "El atentado en el aeropuerto de Madrid causó víctimas mortales y heridos. ETA no sólo ha mantenido, sino que ha reconstruido sus capacidades para golpear contra objetivos de perfil alto con atentados bien preparados, organizados y coordinados", según recoge el informe, difundido hoy en Bruselas.

Europol constata que "tres meses después de su alto el fuego unilateral, ETA comenzó a emplear 'taldes Y'(grupos de reserva) para ejecutar un alto número de atentados de baja intensidad para mantener la presión sobre el Gobierno español y demostrar a sus simpatizantes su determinación en la lucha por sus objetivos". El informe, elaborado con los datos de las investigaciones realizadas en los países afectados, contabiliza 144 ataques de "separatistas vascos" en España y Francia durante 2006, y apunta que ETA reivindicó la autoría de once de ellos en territorio español y el grupo denominado Irrintzi, la de cuatro en suelo francés.

"Los atentados en España fueron mayoritariamente cometidos por 'Taldes Y', denominación que recibe un número de grupos organizados e independientes de jóvenes simpatizantes de ETA que, siguiendo las instrucciones (de la banda), suelen atentar contra objetivos menores empleando técnicas de guerrilla urbana", explica el informe. Europol constata que la banda terrorista vasca sólo ha reivindicado dos atentados después del anuncio del alto el fuego de marzo de 2006, incluido el del aeropuerto de Barajas del pasado 30 de diciembre, que provocó 2 muertos, 36 heridos y daños estimados inicialmente en 30 millones de euros, según el texto.

El informe refiere el hecho de que el propietario de la furgoneta empleada en este atentado, robada en el suroeste de Francia, fue secuestrado durante tres días, pese a que ETA suele emplear este modus operandi para "atentados inminentes" y retener a los dueños de los vehículos sólo durante "un par de horas". "Además, pasaron unos cuantos días -un periodo excepcionalmente largo- antes de que ETA reivindicara oficialmente la responsabilidad del atentado; no obstante, la organización siguió insistiendo en que respeta el alto el fuego permanente que había declarado", añade Europol.

En cuanto a la actividad de los "taldes Y", el informe constata que, antes del alto el fuego, se produjeron acciones violentas en 14 ciudades, la mayoría en San Sebastián, Bilbao o Pamplona. Tras el anuncio de ETA, explica Europol, estos grupos suspendieron su actividad violenta "durante abril y mayo, pero, a finales de junio, continuaron y aceleraron su campaña terrorista" y llegaron a ampliarla a 37 ciudades, incluidas pequeñas poblaciones. "Los 'taldes Y' tuvieron sobre todo como objetivos a bancos y a las oficinas del PSOE", añade el informe.