La asamblea nacional del PNV se puso ayer deberes para inyectar un nuevo nervio en la vida interna del partido y sintonizar con las inquietudes ciudadanas. Se trata de elaborar un nuevo "contrato social", al que se ha llamado Euskadi 2020, y que se ha previsto presentar la "próxima primavera".

Tras los malos resultados electorales, la reflexión peneuvista apunta a que se deben plantear otras "metas, retos y objetivos" para dibujar de manera correcta un nuevo modelo de país. Quieren definir programas y proyectos que dentro de 10 años sigan manteniendo a Euskadi "a la cabeza de los países desarrollados".

El PNV quiere "salir fuera, estudiar y aprender de otros modelos" para esta iniciativa, que coincide con un momento en el que el partido debe ir madurando el programa con el que se presentará a las autonómicas, previstas para la primavera del 2009, pero que se podrían adelantar a este otoño.