Lo gobiernos de Euskadi, Cataluña y Galicia firmaron ayer en Bilbao la Declaración de San Mamés , que compromete su colaboración institucional para propiciar, entre otras cosas, que sus federaciones deportivas puedan participar en competiciones internacionales. Así, el apoyo a las selecciones nacionales propias y el ejercicio de las competencias en materia deportiva tienen un nuevo punto de referencia.

El vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira; la portavoz del Gobierno vasco y consejera de Cultura, Miren Azkarate, y la titular de Cultura y Deporte de la Xunta, Anxela Bugallo, firmaron la declaración que da continuidad a anteriores acuerdos entre los tres gobiernos en materia lingüística y cultural.

El acto se celebró sobre el césped del campo del Athletic y en presencia de buena parte de la directiva del club bilbaíno ocho horas antes del partido que enfrentó ayer a las selecciones de Euskal Herria y Cataluña.

SIN FRONTERAS POLITICAS Carod quiso subrayar la "normalidad deportiva" del acto y le quitó toda trascendencia política. De hecho, matizó que son quienes quieren poner "fronteras políticas al deporte" los que politizan acontecimientos como el de ayer en Bilbao.

La declaración prevé el "apoyo mutuo" para que el deporte de las tres autonomías esté presente en el ámbito internacional así como la promoción y apoyo a los deportes autóctonos y tradicionales. El acuerdo compromete a la lucha contra el dopaje y el apoyo al deporte femenino con el objetivo de alcanzar la igualdad en este campo.

EL CRITERIO DE ETA A los populares no les gustó nada el pacto. El portavoz de deportes del PP, Francisco Antonio González, afirmó que el acuerdo supone "un avance más del mundo nacionalista radical" y criticó que el Gobierno no se muestre crítico con esta iniciativa. González aseguró que el hecho de que la selección de Euskadi se denomine ahora de Euskal Herria responde a que ETA ha conseguido imponer su criterio.