En un clima de alta tensión interna, Eusko Alkartasuna (EA) celebró ayer los 20 años de su presentación en Vitoria como nuevo proyecto político escindido del PNV. La presidenta del partido, Begoña Errazti, que la semana pasada perdió en la ejecutiva su apuesta por reeditar la coalición electoral con los peneuvistas, defendió a EA como "proyecto decisivo" para la política vasca. Aunque evitó cualquier referencia a la división que ha dejado a la cúpula partida en dos bloques enfrentados, aseguró un futuro para EA en el mapa político y pidió a los suyos que no miren solo el "corto plazo".

El mensaje de Errazti fue acogido con cierta frialdad por poco más de un centenar de seguidores reunidos en la capital alavesa. Ningún otro dirigente se mostró dispuesto a aclarar cuándo se puede celebrar la asamblea nacional --máximo órgano entre congresos--, que podría revisar la decisión de la ejecutiva de acudir a las municipales del 2007 en solitario. Aunque existe ya un movimiento que propugna discutir la decisión adoptada por 10 votos contra 9, se considera muy improbable una modificación del resultado ya que precisaría contar con dos tercios de los casi 140 compromisarios. A. G.