El exalcalde de Andratx Eugenio Hidalgo admitió ayer, en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma, que construyó un chalet en una finca agrícola porque pensaba que era "legal". También denunció la existencia de una trama contra él en el consistorio. El primer alcalde del PP en esa localidad llegó a su cita con la justicia media hora antes de que empezara la vista. En el banquillo también se sientan el exdirector general de Ordenación del Territorio del anterior Gobierno balear Jaime Massot, el excelador de obras municipales Jaume Gibert y el letrado José Ignacio Mir.

La fiscalía les imputa un delito de prevaricación, falsedad y contra la ordenación territorial. Hidalgo se enfrenta a seis años de cárcel, Massot a dos años, Mir a un año por prevaricación urbanística y Gibert a seis años.

El exalcalde admitió en la vista que levantó un chalet en una finca agrícola porque pensó que "era legal", al tener las licencias verificadas tras haber pasado la propuesta por la comisión de urbanismo. "Me hice la edificación porque pensaba y sigo pensando que estaba bien hecha", afirmó. No obstante, aseguró que "no tenía intención" de dar un uso particular a la vivienda. Sin embargo, sus manifestaciones quedaron en entredicho cuando los jueces ordenaron la audición de varias grabaciones que fueron intervenidas por la Guardia Civil. En esas escuchas, Hidalgo habla de la necesidad de "encontrar un pony" o de llevar "sacos de alfalfa" para disimular la construcción de la vivienda.

El exalcalde explicó que tenía intención de regalar el caballo a su nieto. Y justificó la compra de comida para animales por la presencia de algunos de ellos.

El exregidor tampoco admitió que hubiera destruido documentos para dificultar la investigación judicial. Además, denunció una trama contra él en el consistorio. "Yo en el ayuntamiento estaba vendido", dijo. Este es el primer proceso de los 67 en que se ha dividido el caso Andratx .