El Tribunal Supremo anuló ayer las condenas de tres años de prisión impuestas por la Audiencia de Vitoria a los exdirectores del Cesid (el servicio secreto español, hoy CNI) Emilio Alonso Manglano y Javier Calderón por las escuchas telefónicas a la sede de Herri Batasuna. El Supremo exculpó también al agente Francisco Buján González, ya fallecido, y desestimó el recurso del agente Mariano Cantero González.

Los magistrados asumieron los recursos sobre la presunción de inocencia de Manglano y Calderón, y basaron su absolución en la falta de pruebas y testimonios que acrediten que autorizaron las escuchas. La intervención telefónica fue descubierta y denunciada por HB en 1998.

El Supremo entiende que no existe declaración ni documento que demuestre que Manglano y Calderón conocían este espionaje. Aunque destaca "la misión esencial" del Cesid de defender el Estado y prevenir "cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones".

La absolución sucede 18 días después de que el Tribunal Constitucional ordenase repetir el juicio contra Manglano y el exjefe de la agrupación operativa del Cesid Juan Alberto Perote por las escuchas al Rey en 1995.