El exdirector general de Deportes del Consell de Mallorca, Antoni Palerm, reconoció ayer ante el juez que facturó más de 840.000 euros a través de sus empresas por varios trabajos durante la construcción del velódromo Palma Arena. Por este hecho, a Palerm se le imputa un delito de negociaciones prohibidas con funcionarios, pese a que su abogado, Eduardo Valdivia, afirma que no cometió ninguna irregularidad "por una cuestión técnica" que rechazó detallar.

También declaró ayer el aparejador imputado en el caso, Marcos Nicolau, quien achacó el retraso de las obras al primer arquitecto, Ralph Schürmann, aunque eludió tacharlo de "negligente". El exdirector de la Fundación Illesport Gonzalo Bernal dijo que él tuvo funciones "puramente administrativas".