Grupo Socialista de Benidorm. Ese es el nombre que han adoptado los 12 exconcejales del PSOE que ayer, con el apoyo de un tránsfuga del PP, se hicieron con la alcaldía del municipio alicantino en el transcurso de un pleno cargado de tensión pero que transcurrió sin incidentes. El asalto al poder en Benidorm pone fin a una etapa de 18 años de gobierno conservador; una etapa que se inició, precisamente, con una moción de censura del PP respaldada por un tránsfuga socialista, operación que convirtió en alcalde a Eduardo Zaplana, catapultando así su carrera política.

El efecto sísmico de la moción de censura de Benidorm agitó la política española. El líder del PP, Mariano Rajoy, describió la maniobra como un "atentado contra la voluntad de los ciudadanos" del que responsabilizó directamente al presidente Rodríguez Zapatero y a los dos últimos responsables de organización del PSOE, José Blanco y Leire Pajín (la madre de Pajín, Maite Iraola, es una de los concejales que promovieron la moción).

BAJA EN EL PARTIDO Lo cierto es que tampoco reinaba precisamente el entusiasmo entre las filas socialistas. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que lamentaba el "espectáculo" de Benidorm, que tildó de "poco edificante". "Por eso los partidos reaccionamos expulsando a quien lo hace", agregó. En este caso, conscientes de que el incumplimiento del pacto antitransfuguismo suscrito por todos los partidos en el 2006 podía acarrear su expulsión del PSOE, los concejales socialistas se dieron de baja como militantes antes de votar.

El pleno de ayer convirtió en nuevo alcalde al socialista Agustín Navarro --"llevamos el carnet del PSOE en el corazón", aseguró tras ser elegido--, en detrimento de popular Manuel Pérez Fenoll, que calificó la jornada de "día muy triste para la democracia". Fuera de la casa consistorial, partidarios de uno y otro intercambiaban gritos.

Uno de los protagonistas de la sesión fue el edil tránsfuga José Bañuls, que dijo tener "la conciencia muy tranquila", describió su situación como "incómoda pero muy asumible" y pidió "respeto" a los ciudadanos para poder demostrar que "todo esto ha merecido la pena". Bañuls, que fue muy increpado por los simpatizantes del PP, será teniente de alcalde en el nuevo gobierno municipal.

Tras el pleno, el nuevo alcalde confesó estar "muy contento" por echar a Maruja Sánchez, la tránsfuga del PSOE que en 1991 dio la alcaldía a Eduardo Zaplana, ligada al consistorio como edil, primero, y luego como asesora de la concejalía de cultura.

RECLUIDOS EN UN HOTEL En la víspera de su asalto al poder municipal, los 12 concejales socialistas (que no del PSOE) se recluyeron en un hotel cerca de Benidorm para una jornada de trabajo en la que, según explicaron, debían perfilar los detalles del reparto de responsabilidades y las primeras medidas del nuevo equipo de gobierno. Este encierro dio pie al líder del PP para señalar que la operación resultaba una "historia muy truculenta", porque, agregó, lo de la reunión en la víspera "suena un poco a cosa siciliana".