Las tareas de extinción de los incendios forestales declarados en la comarca del Alt Empordà en los últimos días evolucionan "favorablemente", a pesar de que en esta zona del noreste de Catalunya todavía sopla una fuerte tramontana, según han informado los Bomberos de la Generalitat.Los siete incendios que se han producido han quemado más de 2.000 hectáreas de bosques, matojos y cultivos. Todos ellos están estabilizados y, según los servicios de extinción, "no se han detectado problemas" en ningún foco, aunque ninguno de ellos está controlado.Un total de 30 dotaciones de los bomberos de la Generalitat han estado trabajando durante toda la noche remojando los rescoldos del fuego de Navata y controlando el perímetro calcinado, mientras que en el fuego de Palau de Santa Eulàlia se han mantenido desplegadas 15 dotaciones, otras 12 en Capmany, siete en Ventalló, cuatro en Siurana, dos en Cistella y una en Llers.El Centre d'Emergències de Catalunya mantendrá activada la fase de emergencia 1 del plan de incendios forestales de Catalunya (Infocat) en el Alt Empordà mientras no mejore la situación meteorológica en la zona, donde se siguen registrando fuertes rachas de viento.