El teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, que dirigió la Policía Nacional y la Guardia Civil en la etapa democrática, falleció ayer tarde en Madrid, a los 84 años. El fallecimiento se produjo en la clínica Moncloa, donde ingresó hace unos días tras sufrir un infarto. El funeral se celebrará mañana en la catedral de Oviedo. Estaba casado y tenía tres hijos.

Sáenz de Santa María nació en Gijón (Asturias) el 15 de diciembre de 1919. Desde julio de 1979 hasta febrero de 1982, bajo gobiernos de la UCD, fue general inspector del Cuerpo Nacional de Policía, cargo que compaginó varios meses con el de delegado especial del Gobierno para el País Vasco. Tras una etapa como capitán general de dos regiones militares el Gobierno socialista le nombró en 1983 director general de la Guardia Civil, puesto que ocupó hasta octubre de 1986. Dos años después, el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, le nombró asesor suyo. Aunque en su juventud se unió al golpe militar de Franco, se adhirió plenamente a la democracia y contribuyó a su consolidación.

Al frente de la Policía Nacional jugó un papel fundamental en el fracaso del golpe militar del 23 de febrero de 1981, cuando ordenó a sus hombres que rodearan el Congreso ocupado por los guardias sublevados del teniente coronel Antonio Tejero. En 1996, el juez Baltasar Garzón le inculpó en uno de los sumarios relacionados con el GAL, pero la imputación no prosperó.