Un susto. El aeropuerto de Ibiza permaneció ayer cerrado casi cuatro horas por una falsa amenaza de bomba. El aeropuerto fue desalojado en tan solo 10 minutos y se reabrió después de que los agentes comprobaron que no había explosivos ni en un paquete ni en una mochila que encontraron en el aparcamiento del aeródromo.

La policía recibió una llamada al filo del mediodía en la que le informaban de que comunicantes anónimos habían avisado a Gara y al Diario de Mallorca que iba a estallar un artefacto en el aeropuerto "en 45 minutos". La Delegación del Gobierno de Baleares, a pesar de dudar de la credibilidad de las llamadas porque el comunicante no habló en nombre de ningún grupo terrorista, activó el plan de seguridad.

A las dos y cuarto de la tarde, los agentes detectaron un paquete en una papelera del aparcamiento del aeropuerto. Los perros no olfatearon que fuera un explosivo, pero por precaución, un robot de la Guardia Civil lo abrió lo que provocó que se escuchara una pequeña detonación que confundió a algunos testigos que informaron de que habían oído una explosión. La policía no encontró ninguna bomba, ya que era una caja de zapatos. Veinte minutos después, las fuerzas de seguridad registraron una mochila, que también estaba en el aparcamiento, en la que solo hallaron ropa.

Tras estas comprobaciones, el aeropuerto reanudó poco a poco su actividad. La falsa alarma afectó a casi 4.000 personas, 25 de las cuales tuvieron que ser atendidas por problemas leves, en su mayoría causados por el calor, en el hospital de campaña que se instaló.

CANCELACIONES DE VUELOS El aeropuerto permaneció cerrado de las 12.49 a las tres de la tarde. Durante esas horas fueron suspendidos 9 vuelos que debían despegar y 28 que tenían previsto aterrizar. 12 de ellos fueron desviados a otros aeropuertos.

En el operativo de seguridad participaron 50 agentes de la Guardia Civil, 20 policías, tres unidades del 061, dos de la unidad de emergencias, dos ambulancias de la Cruz Roja y dos autobuses por si hubiera sido necesario el traslado de personas. También se desplazó desde Palma de Mallorca un helicóptero con otro perro para la detección de explosivos.