La familia de Mario Sarsa Manresa, médico secuestrado en la República Democrática del Congo, se mantiene hoy pendiente de las noticias que llegan del secuestro del médico desde el Congo, según explicó a Europa Press uno de sus hermanos, Fernando Sarsa. Fernando Sarsa aseguró que "sé lo mismo" sobre el secuestro del médico que los medios de comunicación, ya que "me he enterado por las noticias" de lo ocurrido. "Estoy trabajando, he ido a comer y la primera noticia la he recibido cuando he visto las noticias", afirmó, al señalar que el Ministerio de Exteriores no se ha puesto en contacto con él, aunque desconoce si han podido contactar con sus hermanas.

"No sé nada más", dijo, al explicar que "estoy preocupado" por la situación, aunque "hasta que no sepa nada más, habrá que estar pendientes de las noticias" que lleguen desde el continente africano, donde Mario Sarsa estaba pasando sus vacaciones cuando fue secuestrado.

El Gobierno ha confirmado este sábado el secuestro del médico español Mario Sarsa en República Democrática del Congo. El médico fue secuestrado el pasado 1 de abril por los rebeldes de la etnia enyele durante el ataque a la localidad de Mbandaka, en el noroeste del país.

El asalto se produjo en el río Congo, a 50 kilómetros de Mbandaka. El doctor pasaba sus vacaciones en la zona y viajaba a bordo de la embarcación fluvial 'Malaka' que fue asaltada por los rebeldes en el río Congo, a 50 kilómetros de Mbandaka. Mario Sarsa, nacido en la localidad oscense de Villanúa, está titulado en Medicina General y pertenece al Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza. Ha ejercido ha ejercido la medicina en Africa, en Guinea, durante más de veinte años, según explicó a Europa Press el presidente de la Comarca de La Jacetania, Alfredo Terrén.

Alfredo Terrén, amigo desde el colegio de Mario Sarsa, indicó que el médico ha dedicado "toda su vida" a trabajar en Africa, donde se casó con una mujer africana con quien tiene un hijo. Tras su estancia en el continente africano, Sarsa ha trabajado en la localidad zaragozana de Caspe como médico de apoyo y había viajado al Congo para pasar allí sus vacaciones.