Considerado como uno de los mejores especialistas españoles en Al Qaeda, Reinares avanzó en el 2003 que España iba a sufrir un ataque.

--¿Le ha sorprendido la detención de paquistanís?

--No. Al Qaeda se ha instalado en Pakistán, donde está su núcleo central. Un porcentaje significativo de la opinión pública paquistaní simpatiza con la yihad global. Además, hay grupos que están vinculados a Al Qaeda y que han penetrado en comunidades paquistanís en Europa. Además, muchos inmigrantes paquistanís en Cataluña son del Punjab, donde hay colectividades muy radicalizadas.

--¿Hasta qué punto?

--No se debe estigmatizar a los paquistanís, pero sus reacciones ante el fenómeno de Al Qaeda van del rechazo de muchos a la ambigüedad y el apoyo de una minoría. Además, en esa comunidad está muy presente el Tabligh, un movimiento que hace suyo un concepto del islam que, sin dudarlo, calificaría de extremista y que proporciona un marco para la radicalización de musulmanes. Muchos yihadistas usan la actividad del Tabligh para viajar y reclutar.

--La redada ha sido calificada de "preventiva". ¿Es España el único país que hace operaciones así?

--Para empezar, cuando las fuerzas de seguridad españolas actúan es que tienen razones para hacerlo. Prueba de ello es que son las que tienen un mayor porcentaje de eficacia policial en Europa, es decir, de detenidos que son procesados. Hay pocos países occidentales que corran riesgos. Por eso, Gran Bretaña, Francia, Dinamarca o Italia efectúan, como España, acciones policiales preventivas. Las operaciones contra el terrorismo global o son preventivas o son reactivas después de un atentado. Entre la planificación y la ejecución de un atentado pueden pasar meses o semanas.

--Pero esa premura afecta a la calidad de las pruebas.

--Actuar así hace que muchas veces las pruebas sean de carácter indiciario o circunstancial.

--¿Está preparada la legislación española?

--En España tenemos un marco legal eficaz y desarrollado para luchar contra ETA, pero hay que adaptarlo al terrorismo internacional, que se desarrolla en idiomas distintos, con una amplia red de conexiones internacionales y con una organización distinta. Vivimos la excepcionalidad española. Somos el único país que ha sufrido un gran atentado y que no ha adecuado su marco legal. Por ejemplo, otros países admiten pruebas obtenidas por medios de vigilancia que aquí no se aceptan.

--¿Cuál es el problema?

---Incriminar a un terrorista de Al Qaeda es más difícil que a uno de ETA. En España, el concepto jurídico de terrorismo está referido a un delito organizado e interno. En cambio, el terrorismo islamista exhibe una organización amorfa y tiene conexiones internacionales. La legislación facilita aún más la acumulación de pruebas indiciarias y circunstanciales. Además, hay que tipificar como delito cosas que hasta ahora no lo son porque no se corresponden con el repertorio etarra. Los modelos de financiación y el entrenamiento propios de Al Qaeda son dos de esos elementos.

--¿Qué se debe hacer?

--La justicia debe especializarse en este fenómeno. Hay un esfuerzo loable de algunos jueces y de la fiscalía de la Audiencia. Solo un juez que conozca bien el fenómeno redactará sentencias a partir de pruebas indiciarias y circunstanciales. En la mayoría de casos, son lo único que se puede obtener antes de que sea tarde. En este fenómeno, las pruebas no suelen relacionarse con el concepto tradicional de hechos probados.