Tras el suicidio de un preso de ETA en Soria el 31 de octubre, se habían sucedido toda una serie de actos de violencia callejera contra las sedes de los socialistas vascos, a los que se culpaba de esta muerte, y se exigía el fin de la dispersión de presos.

En lo que va de año se han multiplicado los ataques contra intereses del PSE. Sin embargo, las advertencias de los socialistas afirmando que no es compatible el hostigamiento con el proceso de paz han hecho que este fin de semana haya sido el primero en mucho tiempo sin incidentes. El último fue el día 5, cuando unos desconocidos pintaron la palabra "asesinos" en la Casa del Pueblo de Azkoitia (Guipúzcoa).