Sin pelos en la lengua. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, explicó ayer que había decidido el relevo del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, porque: "La paciencia tiene un límite". Pero sus palabras, lejos de apagar las llamas, elevaron la bronca entre el Gobierno y el PP. El partido de Mariano Rajoy salió ayer en tropel para defender al fiscal jefe y el PSOE arropó al fiscal general del Estado.

Conde-Pumpido era el invitado estrella de los desayunos organizados por la agencia Europa Press. Ante una concurrida audiencia, el fiscal del Estado explicó que Fungairiño había renunciado a su cargo por "razones personales", pero que él había optado por relevarle "por motivos profesionales".

Por ello, relató los "sucesivos" incumplimientos que había protagonizado Fungairiño en el último año y medio. Confirmó que había decidido trasladarle al Tribunal Supremo y que no le dio opción. "Fue convocado para ser oído y se le presentó un borrador de su carta de renuncia". Pero el fiscal jefe prefirió redactar él mismo ese escrito.

NADA QUE VER CON ETA El fiscal general negó que su decisión esté vinculada con el posible proceso de negociación del Gobierno con ETA. Fungairiño "ni era cómodo o incómodo" ante una posible tregua de la banda, agregó. Simplemente, no acataba las órdenes de su superior.

Conde-Pumpido no quiso esperar más y ahora busca a un "fiscal experimentado, que sea un excelente profesional, con experiencia en la jefatura, en el que pueda confiar plenamente y que me tenga informado de todo lo que pase en la Audiencia Nacional". Ese papel no lo supo realizar Fungairiño, ya que el fiscal del Estado desveló que ha tenido que buscar la información del 11-M "por otros medios".

El fiscal del Estado no tuvo una palabra de elogio hacia Fungairiño, aunque mencionó a los jueces, fiscales, y policías que han contribuido a que ETA "se encuentre en el momento más bajo de esa historia".

Mientras, Fungairiño cumplió ayer con sus compromisos y acudió a la fiscalía general para entrevistarse con la fiscal encargada de las víctimas. Durante su ausencia, sus funcionarios y el juez Juan del Olmo se concentraron a las puertas de la Audiencia para rendirle un sentido homenaje. En su despacho se agolparon las llamadas de apoyo.

El secretario general del PP, Angel Acebes, acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de ser el "responsable directo" del cese de Fungairiño. Y amenazó: Esto "no quedará así". Por su parte, el PSOE defendió la actuación del fiscal del Estado y alabó su independencia de criterio. También negó que ese relevo obedezca al inicio del diálogo con ETA.