El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, defiende una aplicación correcta de la justicia universal y quiere poner fin a la "justicia mediática" que, a su juicio, llevan a cabo los jueces Baltasar Garzón, Santiago Pedraz y Fernando Andreu, que han decidido investigar delitos cometidos en EEUU, China e Israel al tipificarlos de crímenes contra la humanidad.

El fiscal jefe, que ha recurrido estas decisiones, sostiene que las resoluciones de los magistrados no tienen "eficacia", ya que los países investigados no van a colaborar con la justicia española al contar, en algunos casos, con un sistema judicial independiente. "Tienen que respetar las investigaciones de los demás países", subraya.

Por ello, aboga por una reforma legal para "evitar estas anomalías", como ha ocurrido en Alemania o Bélgica. Zaragoza considera que la Audiencia Nacional solo debe actuar cuando las víctimas o los autores de los crímenes contra la humanidad sean españoles o cuando sea imposible juzgar estos hechos en los países en los que se han cometido, como ocurrió en Chile y Argentina.

DEMOCRACIAS Sin embargo, considera que la Audiencia no está facultada para investigar a democracias como la de EEUU, que ha iniciado un nuevo periodo con la Administración de Barack Obama. Por ello, rechaza que la Audiencia Nacional se convierta en una "sucursal de lo que no investiga el Tribunal Penal Internacional". Y aboga porque se establezcan filtros mientras se cambia la actual legislación. Esta posición no significa que la fiscalía quiera dar carpetazo a todos los casos que se tramitan en la Audiencia. Zaragoza apoya las instrucción abiertas contra el Salvador, el Sáhara, el genocidio nazi, Guatemala y Ruanda. En todos estos casos, hubo víctimas españolas.