La fiscalía de la Audiencia Nacional pidió ayer al juez Santiago Pedraz que anule su decisión de procesar a tres militares norteamericanos implicados en la muerte del cámara de Tele 5 José Couso en Bagdad (Irak) en el 2003 a raíz del disparo de un carro blindado. Para el fiscal, los procesados no cometieron delito, al actuar ante un supuesto ataque en un conflicto armado.

El fiscal sostiene que el teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson no cometieron un delito contra la humanidad ni un asesinato, como sostiene el juez. Para la fiscalía, la actuación de estos militares --que atacaron el Hotel Palestina donde se alojaba la prensa internacional-- no fue "indiscriminada ni excesiva", ya que creían que les atacaba un francotirador.

También rechaza la tesis del juez de que el ataque pretendía "amenazar o represaliar" a periodistas. Por contra, para el fiscal fue un acto de guerra "dirigido contra un enemigo aparente, erróneamente identificado". Por ello, pide que se deje sin efecto la orden de busca y captura dictada contra los militares.