El fiscal pidió ayer a los jueces del Tribunal Supremo que condenen a Rabei Osman, El Egipcio, como miembro de Al Qaeda. El ministerio público avaló el resto de la sentencia de la Audiencia Nacional, que condenó en octubre pasado a 21 procesados por la matanza de Madrid. Con esta petición arrancó la vista de los recursos de casación que se celebrará esta semana en la sala penal del Supremo.

La fiscalía acusó a El Egipcio durante el juicio de la Audiencia Nacional de ser uno de los tres autores intelectuales de la matanza. Pero fue absuelto --al igual que los otros dos-- porque Osman ya había sido condenado en Italia por pertenencia a banda armada. Pese a ello, el fiscal reclamó ayer que el Supremo le castigue por el mismo delito. El ministerio público explicó que los convenios internacionales permiten que sea condenado en España, porque la sentencia italiana no es firme.

El abogado Antonio Segura, que representa a la Asociación 11-M, explicó que Osman creó una célula en España y otra en Italia. Por ello, reclamó que sea castigado en ambos países. El letrado pidió la misma pena para Yusef Belhadj y Hasan el Haski, acusados de ser inductores de la matanza, y para Abdelmajid Buchar, El Gamo, como autor material del 11-M. Este procesado huyó de la policía cuando cercó a la célula que se suicidó en Leganés el 3 de abril del 2004. La Audiencia solo les condenó por pertenencia a banda armada.

La sesión también tuvo espacio para los hermanos Carmen y Antonio Toro, integrados en la trama asturiana que facilitó los explosivos de la matanza. El abogado Antonio García, también de la Asociación 11-M, explicó que Toro "conocía el potencial terrorista del grupo" y que, a pesar de ello, "asumió los riesgos". También señaló que facilitó una muestra del explosivo al confidente policial Rafá Zuhier y que "ofreció 150 kilos de explosivos al mejor postor". Además, sostuvo que Zuhier "tenía una clara conciencia" de la peligrosidad de Jamal Ahmidam, uno de los siete suicidas de Leganés.

COOPERADORES NECESARIOS A pesar de ello, "sin ningún escrúpulo" le facilitó la goma-2. Por ello, pidió a los jueces que castiguen a los hermanos Toro y a Zuhier como cooperadores necesarios de la matanza, ya que su participación fue "indispensable" para cometer la matanza. La Audiencia absolvió a los hermanos Toro y condenó a Zuhier por pertenencia a banda armada. Los jueces solo castigaron al exminero José Emilio Suárez Trashorras, exesposo de Carmen Toro, por haber facilitado los explosivos que robó de una mina asturiana. El acusador Fernando Luján, que representa a una víctima del 11-M, fue el único que reclamó un castigo para el capataz de la explotación minera, Emilio Llano, porque permitió que se falsearan los libros de la mina.