La Fiscalía de Tenerife ha acusado inicialmente al exagente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez García, detenido ayer en Tenerife por haber vendido información clasificada a un país extranjero, de un delito de traición, que puede ser castigado con una pena de entre 6 y 12 años.Fuentes jurídicas han confirmado hoy que, en principio y a la espera de determinar qué otros delitos pueda haber cometido el exagente, "como mínimo" se le imputa el de traición por revelar información clasificada "como reservada o secreta", susceptible de "perjudicar" la seguridad o la defensa nacional, que viene recogido en el artículo 584 del Código Penal.De acuerdo con las mismas fuentes, el CNI comunicó hace dos semanas a la Fiscalía General del Estado (FGE) las investigaciones que estaba llevando a cabo en relación con Roberto Flórez y esta, a su vez, informó a la fiscal jefe de Tenerife, Carmen Almendral, de que ella era la competente en este procedimiento.Nuevas medidas de seguridadSolo en el caso de que se le acuse de delitos cometidos en Madrid, donde está la sede del CNI, la competencia de la causa podría recaer en los juzgados de la capital, pero únicamente en la jurisdicción ordinaria.También las fuentes han manifestado que se ha registrado al menos dos domicilios que el exagente tiene en Tenerife, donde se ha encontrado numerosa documentación.El CNI ha informado hoy de que Flórez había vendido entre diciembre de 2001 y febrero de 2004 información clasificada a un servicio de inteligencia extranjero, en un "caso único", en la historia de los servicios de inteligencia españoles y ha garantizado que en ningún momento la actividad del agente doble puso en peligro la seguridad de España, de sus instituciones, de la UE o de la OTAN.No obstante, el espionaje de Flórez, que trabajó durante unos 12 años en el CNI, sí ha causado daños internos al servicio de espionaje español, que se ha visto obligado a modificar estructuras y procedimientos y a introducir nuevas medidas de seguridad.