La fiscalía francesa se sumó a las voces críticas que han cuestionado la importancia adjudicada por el Ministerio del Interior al etarra detenido el 20 de mayo en Burdeos, Xabier López Peña, Thierry . El fiscal jefe de París encargado del caso, Jean-Claude Marin, señaló ayer que no tiene indicios de que el miembro de ETA detenido fuera el número uno de la organización terrorista.

"Nosotros somos juristas, adeptos a Santo Tomás, no creemos más que lo que vemos y, en el estado actual de la investigación, no tenemos elementos que permitan corroborar las informaciones dadas por España", explicó el representante del ministerio público francés. El fiscal añadió que hay "elementos interesantes" que muestran que Thierry tenía "sin duda cierto papel", pero, sobre si era el número uno en la organización terrorista, no tiene "la prueba". Marin se suma así a las consideraciones realizadas tras la operación por algunos dirigentes del PNV.

No obstante, el magistrado indicó que todavía es difícil saber "quién hacía qué y, sobre todo, a quién pertenece tal o cual documento", por lo que las acusaciones contra ellos son de momento genéricas. Fuentes de la lucha antiterrorista españolas apuntan que la mujer detenida junto a López Peña, Ainhoa Ozaeta, podría haber desempeñado el papel de enlace entre el aparato militar y político de la banda. Para desvelar esta y otras cuestiones, será clave el análisis de los ordenadores, memorias informáticas y documentos incautados en el apartamento de Burdeos, explotación que según el fiscal ya está en marcha.

Entre esta documentación se ha encontrado, según desveló Marin, "ciertos elementos, sobre todo cartas" que demuestran la vinculación de los cuatro detenidos con la extorsión de fondos. El representante del ministerio público dio por hecho que el juez de instrucción hará lo posible para que España pueda beneficiarse de lo averiguado en esta investigación.