La decisión del Tribunal Supremo de ilegalizar a Batasuna es ejecutiva desde ayer, por lo que la formación radical tiene que cesar de inmediato todas sus actividades políticas. El incumplimiento de ese mandato judicial dará lugar a responsabilidades penales.

Además, la creación de un nuevo partido se "presumirá" fraudulenta y tampoco se podrá utilizar otra formación ya inscrita en el registro de partidos políticos para que continúe o suceda la actividad del partido declarado ilegal y disuelto.

Asimismo, el Tribunal Supremo está facultado para impedir la inscripción de una nueva formación en el registro de partidos políticos cuando la administración o el fiscal sospechen que guarda conexión con el partido político disuelto o sea similar en su estructura, organización o funcionamiento. El tribunal también tomará esta medida si el nuevo partido emplea a las mismas personas que componían la formación ilegalizada, la regían, representaban o administraban o utilizan los mismos medios de financiación o materiales. Además, se valorará si el nuevo partido apoya la violencia o el terrorismo, como hacía Batasuna.

Esta doctrina se aplicará para la nueva formación de Batasuna, AuB (Autodeterminaziorako Biggunea), que se presentó el pasado sábado. AuB todavía no ha sido inscrita en el registro de partidos políticos.