El PP está y siempre ha estado en el centro, pero ese centro ya no está donde estaba hace unos años, por lo que es necesario reubicarse. Este es el razonamiento que hizo ayer el presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, tras su último Consejo de Gobierno. El veterano político afirmó que, en sus orígenes, el PP empezó "en el centro de la sociedad española", pero reconoció que ese "centro social y político tal vez no coincide exactamente con el de ahora" ya que "puede haberse movido" en los últimos años.

"Nosotros nos pusimos a estudiar la realidad de la sociedad española para hacer un partido que pudiera ser de todos, sin una ideología, sino con principios, y algo hemos conseguido en estos años. Ahora llega el momento de estudiar a fondo la puesta al día de todas esas ideas", argumentó.

"NI DIGITAL NI A LA BULGARA" Aunque la reflexión de Fraga se refería a todo el PP, también habló del congreso extraordinario que se celebrará en Galicia para decidir su sucesión, probablemente a mediados de diciembre. "No será digital ni a la búlgara", avisó. El nombre del delfín es, ciertamente, una incógnita. De hecho, "probablemente habrá más de un candidato", dijo el político de Villalba, que reconoció así el fracaso de su llamada a la unidad para consensuar una lista única.

Los nombres que se barajan son los del vicepresidente primero de la Xunta en funciones Alberto Núñez Feijoo, del llamado sector urbano o del birrete y afín a la dirección del PP en Madrid; el del exconsejero Xosé Cuiña, líder de la facción galleguista y populista (de la boina ) y un candidato de consenso que podría ser el vicepresidente segundo en funciones, Xosé Manuel Barreiro. Manuel Fraga dijo que sentía por los tres una "gran estima", pero evitó comentar si tenía alguna preferencia. Simplemente confirmó que antes de finalizar el verano hablaría con el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, sobre los términos del cónclave de la formación en Galicia.

DEJAR ALGO A LOS DEMAS Con estas reflexiones finalizó la rueda de prensa del último Consejo de la Xunta de Fraga, en el que el presidente en funciones frenó algunas de las polémicas decisiones que tenía previsto adoptar antes de abandonar el cargo que ha ocupado durante tres legislaturas. "Algo le tenemos que dejar al Gobierno siguiente, como es natural", ironizó.

En contra de lo previsto, los populares evitaron asignar las licencias de televisión local digital (las de ámbito local habían sido ya asignadas a la COPE y al Grupo Voz) "por motivos técnicos", y tampoco consolidarán el salario y rango administrativo de los altos cargos de libre designación, en este caso por la presión sindical y por los problemas jurídicos que suscitaba la medida. Este frenazo fue aplaudido por socialistas y nacionalistas, aunque ambos avisaron de que revisarán las últimas decisiones de Fraga por "excesivas" en número e importancia.