Manuel Fraga volvió ayer a discrepar abiertamente de la doctrina oficial de su partido, el PP, al defender la reforma de la Constitución "sin complejos" y con un consenso que incluya a los nacionalistas para modificar el Senado.

Durante una conferencia en Madrid con motivo del 25º aniversario de la Carta Magna y en presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, el presidente de la Xunta de Galicia sostuvo que las constituciones también se defienden "reformándolas puntualmente en el tiempo" y abogó por "empezar a desdramatizar" la necesidad de una revisión del texto de 1978.

No es la primera vez que Fraga se sale del guión marcado por Aznar. En el 2002 enarboló sus tesis autonomistas para hacer del Senado una verdadera Cámara territorial y que las autonomías tengan representación directa en la UE. El presidente gallego cosechó entonces el aplauso de socialistas y nacionalistas y la reprobación de los dirigentes de su partido. En febrero del pasado año, el que era secretario general del PP, Javier Arenas, indicó a Fraga que "no es oportuno ni conveniente" reformar la Carta Magna.

LA TRABA DEL TERRORISMO

Ayer Fraga abogó por "proponer y sopesar muchas reformas constitucionales concretas" para "tenerlas teóricamente a punto" en el momento en que el "juego político" permita introducir los cambios mediante lo que denominó "consenso virtual" sin los nacionalistas o, mejor aún, en su opinión, por "consenso real", que incluya a éstos. Sólo el terrorismo, según el presidente gallego, "inhibe" todo proceso de reforma constitucional ahora y frena el impulso autonómico.

Fraga dictó su conferencia horas después de haber destacado, junto a los demás padres de la Constitución, el espíritu de reconciliación, consenso y tolerancia de la Carta Magna. Los ponentes de la Constitución, reunidos en Gredos (Avila) con motivo del 25º aniversario de la Carta, pidieron que, si hay reformas, sean por el mismo o mayor consenso que en 1978.

A la cita de Gredos faltó uno de los siete padres, Jordi Solé Tura, enfermo. Tampoco fue ningún representante de IU (Luis Carlos Rejón no acudió por razones que la formación dijo desconocer) ni del PNV. Iñaki Anasagasti alegó que su partido fue excluido de la ponencia constitucional hace 25 años y que el acto tenía carácter "político".