Como los atletas en una competición, los aspirantes a suceder a Manuel Fraga esperan en posición de arranque a que el veterano presidente dé el pistoletazo de salida. Sólo falta fijar la fecha, pero ya se conoce que no será más tarde de enero. Los aspirantes --son cuatro, aunque sólo tres lo han reconocido-- escucharon ayer a Fraga rogarles que no estropeen sus "esfuerzos por mantener unido el partido". El presidente regional aceptó un "congreso abierto y democrático", pero precisó que no consentirá una lucha con víctimas: "No enseñemos demasiadas diferencias. No apoyaré a nadie en contra de los demás".

Le escuchaban atentos Alberto Núñez Feijóo y Xosé Manuel Barreiro, que se postulan como favoritos. Y José Cuiña, que no lo dice pero también aspira a relevar a Fraga. Sólo faltó Enrique López Veiga. "Hay que volver al centro sociológico, con boina o con birrete, pero todos todos a una, salga el nuestro o gane el otro", resumió el expresidente.

Mariano Rajoy no incidió mucho en la cuestión, pero reconoció que se trata de "un congreso difícil". Para superarlo con éxito, pidió "inteligencia y un poco de generosidad". Y también dejó claro que maniobrará poco para colocar a su candidato, Núñez Feijóo, si finalmente es Barreiro quien logra mantener al partido unido.