Manuel Fraga recibió ayer a los vicepresidentes primero y segundo de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y Xosé Manuel Barreiro, respectivamente, en la residencia presidencial de Monte Pío para estudiar salidas a la crisis desatada por los populares ourensanos.

De regreso a Galicia, tras haber pasado dos días en Palencia para reflexionar, citó en su casa a los nuevos vicepresidentes para analizar los términos de la reunión de hoy con el dirigente provincial Xosé Luis Baltar, líder de los diputados rebeldes que amenazan con la escisión, lo que dejaría al PP en minoría y llevaría a Fraga a convocar elecciones anticipadas.

El presidente de la Xunta espera que Baltar ceda en alguna de sus pretensiones.