El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, acordaron ayer agilizar al máximo la colaboración antiterrorista. Los dos dirigentes se reunieron en Lisboa, aprovechando la asistencia a la cumbre entre la Unión Europea y Africa, justo una semana después de que un comando etarra atentara en suelo francés y causara la muerte a dos guardia civiles. "Los enemigos de España son los enemigos de Francia", dijo Sarkozy, que lanzó una advertencia a ETA: "Ninguna organización terrorista podrá actuar y asesinar en suelo francés sin recibir el más severo castigo". Fuentes del Gobierno español explicaron que se pretende eliminar cualquier barrera burocrática que pueda "retrasar o frenar" las necesidades policiales para acabar con las actividades terroristas.

Con Zapatero y Sarkozy estaban el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida; los ministros de Exteriores de ambos países, Miguel Angel Moratinos y Bernard Kouchner, y el director de la Policía Nacional francesa, Frédéric Pechenard. Una cumbre sobre seguridad en la que se estudiaron los "nuevos instrumentos" para luchar contra la banda.

SIN ENTRAR EN DETALLES Ni Zapatero ni Sarkozy quisieron dar detalles sobre esas herramientas. "Hay vidas de funcionarios y militares en juego", contestó el líder francés para justificar su mutismo. Solo Camacho se limitó a apuntar que se "profundizará en el uso de los equipos conjuntos de investigación", al dotarles de "características distintas" a las actuales.

Mesquida aseguró que la "prioridad absoluta" para Francia es "encontrar al tercer terrorista", un empeño que Sarkozy constató en la rueda de prensa. "La policía francesa ha buscado y sigue buscando al terrorista huido como si se tratara de policías o de víctimas francesas", afirmó el dirigente conservador, que agradeció la felicitación a las fuerzas de seguridad que le trasladó Zapatero. "Trabajé codo con codo con el Gobierno de Aznar, trabajo codo con codo con Zapatero y si mañana hoy otro gobierno, trabajaré con él codo con codo", insistió. Y añadió que la policía tiene "muchos indicios" que hacen pensar que los dos terroristas detenidos, Asier Bengoa y Saioa Sanchez, "tienen responsabilidades" en el atentado.

"ES UN PROBLEMA ESPAÑOL" A pesar de que el ataque contra los guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton se ha convertido en el primer atentado mortal de ETA en Francia, Sarkozy pronunció la frase escuchada ya muchas veces de boca de los dirigentes franceses: "Es un problema español". Lo mismo que el anterior inquilino del Elíseo, Jacques Chirac, le dijo a José María Aznar en el 2003 cuando el lendakari Juan José Ibarretxe presentó su plan, que incluía anexionar a Euskadi los territorios del País Vasco francés. No obstante, ayer, Sarkozy, añadió: "Pero en terrorismo las democracias deben estar unidas y, por tanto, hay que reforzar aún más los medios de investigación". "Nuestra amiga --declaró en otro momento-- es la democracia española. Francia no será amiga de los asesinos".

Sarkozy y Zapatero volverán a verse en privado el 10 de enero en la cumbre bilateral hispano- francesa en París. Antes de esa fecha, el miércoles, la colaboración antiterrorista centrará el encuentro entre el rey Juan Carlos y Sarkozy, también en París. La cita con el Monarca estaba cerrada semanas antes del atentado en Capbreton, según fuentes de la Zarzuela. Zapatero aprovechó en Lisboa para reunirse de forma breve con el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi. El encuentro fue cordial, pero no se habló de la vuelta a Madrid del embajador de Marruecos.