Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki , el jefe militar de ETA que dinamitó la última tregua de la banda al ordenar el atentado perpetrado en la T-4 del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre del 2006, llegó ayer a Madrid, entregado de forma temporal por las autoridades francesas, para ser interrogado en la Audiencia Nacional en relación con cinco de las 21 causas que tiene abiertas en España. Es la primera vez que Francia autoriza el traslado de un terrorista antes de haber sido condenado en ese país, donde fue detenido el 16 de noviembre del 2008 y donde las investigaciones sobre sus actividades siguen en fase de instrucción.

Txeroki, que será devuelto a Francia el sábado, estaba considerado el "objetivo número uno" de las fuerzas de seguridad españolas cuando fue detenido el 16 de noviembre del 2008 en Cauterets. Las cinco causas por las que será interrogado se refieren a otros tantos atentados supuestamente cometidos en el 2002, época en la que Aspiazu formaba parte del comando K- Olaia . Entre ellos figuran los intentos de asesinato del dirigente socialista Eduardo Madina, de la exteniente de alcalde de Portugalete Esther Cabezudo, del presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo, Enrique Ybarra, y de la delegada de Antena 3 TV en Vizcaya, María Luisa Guerrero.

Además, el etarra tiene abiertos otros 16 procesos en la Audiencia Nacional, entre los que figura el atentado de la T-4. La fiscalía investiga, asimismo, su presunta participación en el asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero el 1 de diciembre del 2007 en Capbreton (Francia), después de que cada vez haya más indicios que le sitúan en la escena del crimen. Durante su estancia en España, Txeroki ocupará una celda de aislamiento en la prisión madrileña de Soto del Real y solo podrá salir durante dos horas al día a un patio separado del resto de los reclusos.

INVERSIONES VASCAS El coste de la lucha contra ETA frena las inversiones en otras necesidades de los ciudadanos vascos. El consejero de Interior de Euskadi, Rodolfo Ares, aseguró ayer que el Gobierno vasco gasta cada año unos 225 millones de euros en "combatir a ETA y proteger a la ciudadanía de sus acciones criminales", una cantidad que supera la partida destinada a vivienda. Ares aseguró que "ETA representa un freno" para el desarrollo económico y social.