Un buque de bandera norcoreana llamado "Happy Day", con cerca de 300 inmigrantes clandestinos de India y Pakistán a bordo, fue interceptado ayer a unas 80 millas de la costa de Dakar (Senegal) por la patrullera italiana "Dáttilo", perteneciente a Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex). La embarcación, que tenía como destino las islas Canarias, fue interceptada fuera de las aguas territoriales de Senegal, lo que acrecentará las dificultades para decidir en qué puerto proceder al desembarco, cuando aún no ha concluido la repatriación de los cerca de cuatrocientos inmigrantes que viajaban en el "Marine I", localizado en febrero frente a las costas de Mauritania.

La embajada italiana en España informó en nota de prensa de que seis integrantes de la tripulación han sido detenidos, y de que, de momento, el resto permanece en el interior de la embarcación. El capitán Cheikh Tidiane Sylla, portavoz de la Marina senegalesa, aseguró a EFE que la nave estaba "fuera de su zona de competencia" y que "prosiguió su camino hacia el sur". Sin embargo, el director adjunto de Frontex, Gil Arias, sostuvo que "la responsabilidad" es de Senegal, porque el barco ha sido interceptado en sus aguas, y este país tiene un acuerdo suscrito con España por el que se compromete a aceptar a los inmigrantes.

Según el oficial senegalés, el "Happy Day" se encontraba en aguas internacionales cuando fue localizado por el dispositivo de vigilancia y "ahora está prosiguiendo su camino". "Está fuera de nuestra zona de competencia de momento y por lo tanto no nos concierne", insistió el capitán Sylla, quien se hizo eco de las decisiones tomadas en una reunión entre las máximas autoridades de la Marina nacional y los responsables de los servicios de seguridad implicados en la lucha contra la emigración.

Reacción de España

Desde España, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que el Ejecutivo está cumpliendo con la obligación de cooperar en "acciones diplomáticas" para que los inmigrantes irregulares vuelvan a donde salieron, con Guinea Conakry, porque de allí "salió el barco", y con la propia UE. "Estamos haciendo gestiones diplomáticas de todo tipo, como hacemos siempre, con los países que están afectados en estos momentos por la ruta del barco", explicó Fernández de la Vega al ser preguntada por esta cuestión tras el Consejo de Ministros.

El director adjunto de Frontex, Gil Arias, explicó a EFE que España está liderando las negociaciones con Senegal para que acepte a los ilegales. Arias, que intervino en un simposio sobre inmigración organizado por la Fundación Ciudadanía y Valores, aseguró que España fue el país que solicitó esta operación, donde Frontex ha intervenido en su coordinación, por lo que la diplomacia española es la encargada de negociar el destino de los inmigrantes y, si fuera necesario, convencer a Senegal de que debe cumplir con los acuerdos suscritos.

"La responsabilidad es de Senegal porque el barco ha sido interceptado en aguas senegalesas, y Senegal, en ese acuerdo que tiene suscrito con España, se compromete a aceptar los inmigrantes que se intercepten en sus aguas, durante estas operaciones", sentenció. Si este país no lo entendiera así, apostilló, "la diplomacia española y la europea en general tendrán que buscar una solución para estos inmigrantes, para ver dónde se les acoge". Señaló que todos están bien de salud y que está previsto que desembarquen en Senegal para proceder a su identificación, "para lo que se tendrán que desplazar efectivos de la UE". "Espero que no se produzca la misma situación que con el 'Marine I'", dijo Arias, quien recordó que Frontex no puede llegar a acuerdos con Senegal, pero sí España, razón por la que "lidera las negociaciones".