La kale borroka , la violencia protagonizada por el entorno etarra, ha regresado con virulencia a las calles de Euskadi tras meses de tranquilidad sólo rota por ataques esporádicos. La muerte en accidente de tráfico del presunto etarra Imanol Gómez cuando era perseguido por gendarmes en el sur de Francia ha provocado el rebrote violento, que ayer se saldó con un exedil de Herri Batasuna herido en una carga policial, un joven detenido, y daños provocados por cócteles molotov y artefactos caseros.

Esta campaña violenta del entorno de ETA y Batasuna, que acostumbra a responder así a las operaciones policiales y muertes de los miembros de la banda terrorista, destaca especialmente por el repliegue que parecía imperar comparado con los meses álgidos de la kale borroka vividos en el 2001 (se contabilizaron 552 actos de este tipo) y el 2002 (con 446). El rebrote se produce en plena expectativa de un próximo proceso de paz, dado que ETA lleva más de dos años sin cometer atentados mortales, si bien ha buscado mantener su presencia pública con artefactos de poca potencia.

Askatasuna, la asociación de familiares de presos de ETA, mantuvo ayer las manifestaciones que había convocado por la muerte de Imanol Gómez, a pesar de la prohibición del Departamento de Interior vasco. La Ertzaintza cargó contra los manifestantes y resultó herido con varias fracturas en la zona lumbar el exconcejal de HB en el Ayuntamiento de San Sebastián Josetxo Ibazeta.

VIVAS A ETA Esta marcha, formada por unas 200 personas, partió de un Boulevard donostiarra repleto de turistas. Enseguida comenzaron a gritar vivas a ETA, insultos a la Ertzaintza y frases en memoria del etarra muerto. El fuerte dispositivo policial se activó de inmediato. Los agentes comunicaron a quienes encabezaban la marcha que ésta era ilegal, grabaron en vídeo a los participantes y comenzó la carga. Los manifestantes se dispersaron por la Parte Vieja y el centro y, en grupos de una veintena, sembraron el caos volcando e incendiando contenedores.

En Vitoria, la Ertzaintza detuvo a un joven supuestamente implicado en los incidentes ocurridos después de que la policía impidiera otra protesta. El acto de Bilbao, pese a ser idéntico, sí fue tolerado. Unas 100 personas se concentraron en la plaza Circular junto a una ikurriña con un crespón negro, corearon gritos en favor de ETA y en recuerdo del fallecido. Luego hubo disturbios en el Casco Viejo.

EVACUACIONES Pero no fueron éstos los únicos actos de violencia. Vizcaya fue escenario de un rosario de sabotajes. En Amorebieta, grupos de radicales atacaron con cócteles molotov cinco sucursales bancarias y el juzgado de paz. La Ertzaintza descubrió un artefacto casero a la entrada de la sede socialista de Derio. Tras acordonar la zona y evacuar el edificio, los agentes neutralizaron el artefacto. Los violentos dañaron mobiliario urbano en Ondarroa y colocaron un artefacto simulado en una sede del PNV de Bilbao, que obligó a desalojar a los vecinos y a los clientes de un supermercado cercano.