El último comunicado de ETA ha provocado una notable reacción en Euskadi, tanto entre los partidos políticos como entre la población. Mientras las formaciones se centraron en descalificar el pronunciamiento de la banda y le negaron cualquier legitimidad para tutelar el proceso de paz, en la calle crece la incertidumbre. La amenaza de volver a las armas se suma a los mensajes contradictorios que se emiten desde el PSOE y Batasuna, reunidos en tono cordial hace unas semanas y hoy protagonistas de un duro enfrentamiento.

CONSUMO INTERNO Los dos partidos citados directamente en el comunicado de los terroristas, PNV y PSOE, coincidieron en negar a la banda el derecho a tutelar el proceso de pacificación. Los peneuvistas, a través del portavoz de su Ejecutiva, Iñigo Urkullu, consideran que el comunicado responde a la "liturgia habitual" de consumo interno. Urkullu destacó que la banda ningunea a Batasuna, al arrogarse la representación de la izquierda aberzale.

La coalición ilegalizada se limitó a secundar lo afirmado por ETA, convencida de que la preocupación expresada por la banda es compartida por la sociedad vasca. Volvió a reprochar al PSOE que "obstaculice" el proceso y, como receta, apeló a la movilización ciudadana.

Los socialistas vascos recalcaron que "la paz no tiene precio político", lo que garantiza, según declararon en una nota, que la democracia "nunca va a ceder a ningún tipo de chantaje o imposición" de ETA. Desde el PSE, el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, aconsejó que no se "dramatizara" la situación y afirmó que, pese a todo, el proceso de paz "está vivo".

GOBIERNO VASCO El Gobierno vasco se pronunció también a través de un breve texto, en el que hizo un llamamiento a la "calma y la sensatez" y señaló que ETA "no es nadie para negar el derecho de este pueblo a decidir en paz y libertad".

La reacción más dura fue la del PP en Euskadi, dirigida contra José Luis Rodríguez Zapatero. La presidenta de los populares vascos, María San Gil, le reclamó que "reconozca su error" y que "rompa definitivamente las negociaciones con ETA".

"TREGUA TRAMPA" Para argumentar sus críticas, utilizó las palabras del líder de Batasuna Arnaldo Otegi, quien había aludido el jueves a acuerdos con los socialistas previos a la tregua. En la misma línea, el presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, afirmó que el alto el fuego "cada vez se parece más" a la "tregua trampa" de 1998, "que acabó como el rosario de la aurora", e instó a los gobiernos central y vasco a tenerlo en cuenta.

Además de los partidos políticos, otras voces surgieron ayer para recordar a ETA que la sociedad vasca hace tiempo que le dio la espalda. Gesto por la Paz consideró que la máxima responsabilidad de que se alcance la paz corresponde a la banda, y que el único comunicado que esperan es el que anuncie su decisión de desaparecer. El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco Luis Castells aseguró que existe una corriente "imparable" de rechazo a la violencia en la sociedad, aunque fue menos optimista respecto a la resolución del problema político.