El candidato predilecto de Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo, será, con toda probabilidad, el sucesor de Manuel Fraga al frente del PP gallego después de que esta semana hayan anunciado su retirada el exconsejero de Obras Públicas José Cuiña y el antiguo titular de Pesca, Enrique López Veiga, ambos por falta de apoyos.

Tan sólo Feijóo y el exvicepresidente segundo de la Xunta, José Manuel Barreiro, continúan en la carrera sucesoria, aunque están ya negociando su integración en una lista conjunta al congreso regional que se celebrará los días 14 y 15 de enero. Sólo esperan finalizar la recogida de avales para determinar el peso de cada uno en la lista. Por el momento, Núñez Feijóo, que según algunos cálculos tendría el 80% de los avales, podría anunciar la próxima semana un acuerdo para que Barreiro fuera su segundo.

Con este final, Rajoy garantiza un partido en sintonía con su liderazgo, un cierto relevo generacional, aunque sin jubilación de los principales líderes de los distintos sectores, y cercena cualquier conato de escisión.

Los compromisarios

El panorama sucesorio comenzó a aclararse tras las elecciones celebradas la pasada semana para designar a los 2.150 compromisarios que elegirán al sucesor de Fraga en el congreso de enero. El líder del sector de la boina (la corriente rural), José Cuiña, sufrió un gran revés en su feudo, Pontevedra, donde sólo consiguió el 10% de las actas, tras ser arrollado por un Núñez Feijóo (líder del sector urbano conocido como del birrete ) que arrasó, tanto en esta provincia como en la de A Coruña.

La debacle política de Cuiña motivó que su principal socio político, el barón orensano José Luis Baltar (otro líder de la corriente rural) le retirase su apoyo. De esta forma, Cuiña se quedó sin sustento y decidió apartarse de la sucesión.

Algo similar le ocurrió a López Veiga, que pretendía encabezar una tercera vía que no caló en las bases. Tras hacer un sondeo telefónico, el exconsejero de Pesca llegó a la conclusión de que no reuniría los avales suficientes, por lo que también decidió retirarse.

José Manuel Barreiro, por su parte, ganó claramente en Lugo gracias al apoyo que le brindó la lista patrocinada por otro de los barones rurales, el presidente de la diputación, Francisco Cacharro Pardo, lo que le otorga avales suficientes como para continuar en el proceso.

Feijóo y Barreiro ya han comenzado unas conversaciones que cristalizarán en una lista encabezada por el primero con Barreiro como segundo. En esa candidatura figurarían también cargos afines al orensano Baltar, de manera que Feijóo lograría una ejecutiva sólida al integrar al sector urbano que él representa, a los rurales, encabezados por Baltar, y a las corrientes intermedias de Barreiro.